jueves, 12 de noviembre de 2009

SOBRE LAS AGRESIONES SUFRIDAS EL 17 DE OCTUBRE EN EL CSO LA GOTERA

El pasado sábado 17 de Octubre, se presentaron en torno a unas 10 personas pertenecientes a diferentes colectivos que se denominan antifascistas en el CSO la Gotera, irrumpiendo durante el transcurso de una charla, y haciendo una revisión de todo el material de las distribuidoras buscando el libro titulado La traición de la hoz y el martillo.


Estas personas mantuvieron en todo momento una actitud censora y autoritaria, e incautaron al material para que éste no fuera vendido. Todo ello ocurrió tras el previo paso de algunas personas por la asamblea del CSO La Gotera, avisando de las posibles consecuencias de la presentación del libro y con la clara amenaza física al colectivo editor de éste, ante lo cual la asamblea decidió suspender dicha presentación.Ante la queja de algunas personas allí presentes, comenzaron las amenazas físicas hacia quienes se encontraban allí y especialmente hacia el colectivo editor del citado libro y todas aquellas distribuidoras que lo venden. Todo ello desembocó en una serie de agresiones físicas e insultos despectivos hacia lxs pocxs que cuestionaban su actitud autoritaria, dando como resultado varias personas heridas, las cuales habían acudido a las jornadas como meros espectadores. Diversas personas que estuvimos allí presentes y fuimos testigos y/o víctimas de la actitud represora y prepotente de esta gente, decidimos reunirnos ante la necesidad de plantar cara a este tipo de actitudes.

Nos posicionamos en contra de la censura, especialmente dentro de nuestros espacios. Ayer era una canción, hoy es un libro, mañana puede ser una camiseta o una pegatina. La amenaza a la que están expuestas las personas del colectivo editor evidencia que quien se atreva a plantear una crítica a ciertas ideologías o simplemente pretendan generar debate, están poniendo en peligro su integridad física. Este hecho nos parece intolerable dentro de un centro y un movimiento que pretende, precisamente, luchar contra este tipo de imposiciones y coacciones contra la libertad de pensamiento. Ante esto pedimos la solidaridad y el apoyo a este rechazo, ya sea por parte de los centros sociales, colectivos, distribuidoras, editoriales, individualidades, grupos de música..., para poner punto y final a este tipo de hechos, ya no sólo condenándolos, sino actuando consecuentemente con ello, no dando ningún tipo de cobertura a esta gente y a quienes comprenden, permiten y apoyan que esto ocurra, y siendo conscientes de la necesidad de reacción en el momento por parte de la gente en caso de volverse a producir unos acontecimientos similares.

Además pedimos el posicionamiento claro y sin ambigüedades de los colectivos a los que pertenecen los agresores que el sábado 17 fueron a la Gotera, para saber si éstos respaldan y dan cobertura a estas formas de actuación. Quien repudie los hechos sucedidos y sobre todo la actitud e imposición autoritaria por parte de unos pocos, esta invitadx a firmar este manifiesto o expresar su rechazo de una forma visible, la no adhesión a este será entendida como permisividad a estas actitudes y acciones.
¡BASTA DE CENSURAS!

¡¡CONTRA LAS AGRESIONES AUTORITARIAS!!

Lista de firmas:-De Madrid:- Asamblea PSOA Malaya- CNA Madrid- Colectivo antiautoritario de Getafe- Colectivo La Revoltosa- CSO La Gotera- Distri Maligna- Distri Resistencia Vegana- Distri Veganismo es respeto- Ediciones Anarcovoltaje- Grupo Ruptura- Individualidades anarquistas de Entrevías- Klinamen- La Malatesta- Local anarquista Magdalena- Grupo Esfuerzo- Miembros del antiguo CSO El Cierre- Grupo de música Skainhead- Expresión social esperanto Alcorcón- Federación de Estudiantes Libertarios - Madrid- La Felguera- Radio Lingua Franca- SKP [Sentimientos Kontra el Poder]- Ugly Bastards- Aula social autogestionada de Somosaguas - Individualidades anarquistas de Cuatro Caminos, Tetuán y Estrecho - Individualidades anarquistas de Móstoles - Abrazarte con arte- CSA El Gato Negro - La saltada popular- Grupo Libertario Sin Tregua- Arcadia-grupo LGTB libertario-Ñaque.
De otros lugares:- Ateneo Libertario “La Revuelta” (Lora del río, Sevilla)- Grupo Anarquista Raíces (Guadalajara)- Distri Zombi (Murcia)- Kamilosetas Muskaria distri (Lleida)- Gota Negra (Ciudad Real)- Agencia de noticias anarquistas –ana- (Sao Paulo, Brasil)- CSO El Generador (Toledo)- Distri Mundo Nuevo (Toledo)- Distribuidora Soroll (Valencia)- Ateneo Libertario del Cabanyal (Valencia)- Grupo de Riesgo (Valencia)- Vagos y Maleantes (Valencia)- Zine Asfixia (Guadalajara, México)- Grito de Rabia (Valencia)- Rompe la Norma (Valladolid)- Mal de Cap (Alicante)- CSO La Rabia (Lleida)- Colectivo Vegano 13 Monos (Sevilla)- Libertarixs distro (Sevilla)- El Libertario (Venezuela)- El Grillo libertario (Cornellá)- CNT Cornellá- CNT-AIT Iruña- Colectivo antifascista de Palencia- Juventudes libertarias de Albacete- Típico pero Cierto- CNT Villaverde- CNT Guadalajara- Distri Rabiosa (Valencia)- Ediciones Aversivas (Segovia)- Sin Konzienzia (grupo ska)- Programa de radio Semen y anarquía (Irola Irratia, Bilbao)- En las calles (web contrainfo de Murcia)- Acció Cultural (Barcelona)- CNT-AIT Manresa- CSO Valldaura (Manresa)- Diario de Vurgos (Burgos)- Programa de radio Eztabai (Zintzilik Irratia Orereta)- La palabra como arma (blog de difusión libertaria)- Algunxs anarquistas de Lisboa y Setúbal - Biblioteca La Maldita (Burgos) - Unas 25 firmas de gente de diversos lugares que nos mandan su apoyo a título individual.- Mislata contrainfo (Valencia)- Grupo Anarquista Espuma (Bacelona)Para adherirse escribir a: madridapesta@gmail.com

miércoles, 12 de agosto de 2009

LA ÚLTIMA PRIMAVERA

Retornamos, tras unos meses de ausencia, con un testimonio que nos llega de Chile:


¡¡¡LA ÚLTIMA PRIMAVERA!!!


Liga Terrorífica de Hojas Revolucionarias declara:
Hemos tomado la Plaza de Ñuñoa como acto inaugural de nuestra guerra contra la clase de las flores y todos sus aliados, particularmente el mundo humano y su florcentrismo simbólico-cultural. No descansaremos hasta que sea reconocida la autonomía e importancia de la clase Hoja y destruida la injusta preponderancia de la clase flor. ¡Por la guerra de clases vegetal!

Nuestras reivindicaciones:

-Libertad para todas las hojas presas en páginas de libros.

-Abolición de la actividad infantil "pisar hojas en Otoño"

-Destrucción de todos los poemas y canciones que hablen de flores.

-Instauración del puñado de hojas como objeto simbólico del amor para citas románticas y días de San Valentín.

-Reconocimiento del Otoño como la estación sagrada.

-Igualación de los ritmos vitales de la clase Hoja en todo el mundo: basta de esquizofrénica división entre Primavera en el hemisferio Sur y Otoño en el hemisferio Norte.

-Reconocimiento de la superioridad del rol de la clase Hoja en el ciclo de la vida gracias a nuestra función fotosintética. Somentimiento del conjunto de la sociedad vegetal a nuestros designios.


¡POR LA DESTRUCCIÓN DEL PODER DE LAS FLORES!
¡HACIA LA DICTADURA DEL HOJARIADO!









jueves, 18 de diciembre de 2008

RESPECTO A GRECIA Y LOS SOLIDARIOS CON GRECIA (SOLIDARIDAD, INFORMACIÓN)

PARA SEGUIR LOS ACONTECIMIENTOS DE GRECIA, RECOMENDAMOS EL SIGUIENTE ENLACE

http://grecia-libertaria.blogspot.com

PARA SEGUIR LA SITUACIÓN DE LOS COMPAÑEROS REPRESALIDADOS EN MADRID, ASÍ COMO OTRAS CUESTIONES, COMO CONVOCATORIAS, DE LAS QUE HAY QUE ESTAR ATENTOS, O COMO INFORMACIÓN ACTUALIZADA REMITIMOS AL SIGUIENTE ENLACE:

http://www.solidariasgrecia.org/

A CONTINUACIÓN, COMUNICADO SOBRE LA SITUACIÓN DE LXS COMPAÑERXS ENCARCELADOS EN MADRID

Comunicado sobre la situación de lxs 7 compañerxs encarceladxs en Madrid
¡Máxima difusión!

El pasado miércoles 10 de diciembre se realizó una manifestación en Madrid en solidaridad con la revuelta por el asesinato, a manos de la policía, del joven Alexandros Grigoropoulos de 15 años, tras la cual fueron detenidxs arbitrariamente 9 compañerxs. La mayoría de ellxs sufrieron malos tratos y humillaciones.

Actualmente 7 de ellxs se encuentran en prisión preventiva por la evidente presión de la Delegación de Gobierno y otras instituciones con peso en el proceso judicial. Presión fortalecida y apoyada por los medios de comunicación, verdaderos creadores de la supuesta "alarma social".

El pasado lunes, 15 de diciembre, se interpuso un recurso en los juzgados de Plaza de Castilla pidiendo la libertad inmediata de lxs detenidxs, alegando en él que la "alarma social" no tiene ningún fundamento jurídico (desde 2003 quedó invalidado como tal). Los otros cuatro puntos para poder decretar prisión preventiva son: riesgo de fuga, reiteración del delito, destrucción de pruebas y domicilio no conocido. No cumpliéndose ninguno de estos supuestos para ningunx de lxs detenidxs, consideramos que no existe motivo alguno para decretar prisión preventiva.

Sabemos que 4 personas están en Soto del Real, habiendo pasado en primera instancia por el módulo de ingresos, y a algunxs ya les ha sido asignado módulo. Los otros 3 están en Alcalá Meco por ser menores de 21 años y siguen todavía en el módulo de ingresos.

Dado que todavía no tenemos constancia de las decisiones de todas lxs detenidxs acerca de si hacer o no públicos sus nombres e informaciones, próximamente se irá subiendo a la web [http://www.solidariasgrecia.org/] toda la información que vayamos recogiendo.

Hacemos un llamamiento a la solidaridad de todas las partes del Estado, haciendo especial énfasis en la creación de grupos de apoyo.

Comisión de Apoyo de la Asamblea Solidarixs Grecia

MÁXIMA DIFUSIÓN!

GRECIA MON AMOUR

"Hace poco más de una semana llegaron desde Grecia malas noticias. Un joven de 15 años ha sido asesinado porque nuestros sueños son las pesadillas de quienes tienen las armas por el mango. Y golpean. Y disparan. Pero también llegaron buenas noticias: la gente de Grecia ya no quiso aguantar más la extorsión, las balas, la vida convertida en humillación permanente."
Extraído del texto ¿Qué es la solidaridad?, publicado en el periódico Siete.

Estos días, el mundo mira a Grecia. Los poderosos lo hacen aterrados, asistiendo a la reaparación de su peor pesadilla, una pesadilla que creían sofocada, la guerra de clases, y comienzan a recular (como Sarzkozy), echando para atrás alguno de sus proyectos ante el temor de una respuesta "a la griega". Los revolucionarios, y más sencillamente, la gente corriente que sufrimos este modo de organizar el mundo, miramos a Grecia espectantes, llenos de sorpresa, admiración y esperanza, como búscandonos en un espejo sin encontrarnos pero sabiendo que estamos ahí, con la ilusión de descubrir en sus fuerzas y sus sueños el resorte de nuestras fuerzas y de nuestros sueños.

No es tiempo ahora de un análisis general, y mucho menos desde fuera, porque todo está abierto y la revuelta continúa. Queremos constatar sólo un par de cosas:

-La insurrección griega no es una excepcionalidad histórica, ni el canto de cinse de un sujeto colectivo agonizante. Al contrario, la insurrección griega prueba que el ciclo revolucionario no ha sido clausurado, y que lo que parecía la muerte definitiva de todo movimiento transformardor no era sino un largo, profundo y doloroso reflujo. Y que la marea vuelve a subir. Si las periferias de Francia ya dieron su aviso en el 2005, Grecia 2008 supone la expresión más acertada, en el ámbito europeo y hasta ahora, del nuevo ciclo de luchas que está en marcha. El bebé aún está empezando a gatear, pero la veleta ha cambiado de dirección: por primera vez en décadas el viento de la historia sopla objetivamente a nuestro favor. La descomposición progresiva del capitalismo y la sociedad industrial en las próximas décadas no hará más que agravar las circunstancias, y aunque harina de otro costal es que sepamos recomponernos como clase y que por tanto la descomposición del capitalismo no nos arrastre consigo, reconforta saber que no sólo es uno el que está débil, sino que el enemigo también lo está.

-En estos momentos, los compañeros griegos no sólo hablan de una manera mucho más lúcida y convincente de la realidad que están viviendo que cualquiera que pretenda hablar o pensar por ellos, sino que lo hacen de una manera que enamora. Por si cabía duda alguna, lo que zopencos de un palo u otro separan en la dicotomía falsa "revolución interior y exterior", con la intención de dar prioridad a una sobre la otra, no son sino dos polos inseparables de un mismo reencantamiento y liberación de la vida que se retroalimentan. Si los compañeros griegos pueden estar escribiendo textos tan hermosos y brillantes como los que están escribiendo es porque están sintiendo y viviendo de un modo hermoso y brillante, porque la revuelta es hermosa y brillante, y porque lo brillante y lo hermoso, en este mundo de mierda, es revolucionario. Y como la revolución no funciona sino a través del enamoramiento, enamoramiento de vida plena, enamoramiento de libertad, a continuación una selección de algunos de los textos más emotivos, inteligentes y contagiosos que han llegado a nuestras manos. Para enamorarnos.

Carta a los estudiantes escrita por trabajadores atenienses

Nuestra diferencia de edad y el distanciamiento general nos dificulta discutir con vosotros en las calles; esta es la razón por la que os mandamos esta carta.

La mayoría de nosotros aún no nos hemos quedado calvos ni nos ha salido barriga. Somos parte del movimiento de 1990-91. Habéis tenido que oir hablar de aquello. En aquel entonces, cuando habíamos ocupado nuestras escuelas durante 30-35 días, los fascistas mataron a un profesor porque fue más allá de su rol natural (el de ser nuestro guardián) y cruzó la línea hacia el lado opuesto: vino con nosotros, a nuestra lucha. Entonces, hasta el más duro de nosotros fue a la calle a los disturbios. Sin embargo, nosotros ni siquiera pensamos en hacer lo que tan fácilmente hacéis vosotros hoy: atacar comisarías (aunque cantábamos aquello de "quemar comisarías...").

Así pues, habéis ido más allá que nosotros, como ocurre siempre en la historia. Las condiciones son diferentes, por supuesto. En los 90 nos compraron con la excusa del éxito personal y algunos de nosotros nos lo tragamos. Ahora la gente no se cree este cuento de hadas. Vuestros hermanos mayores nos lo demostraron durante el movimiento estudiantil de 2006-07; vosotros ahora les escupís su cuento de hadas a la cara.
Todo bien hasta el momento.

Ahora comienzan las buenas y difíciles cuestiones.

Para empezar, os decimos que lo que hemos aprendido de vuestras luchas y de nuestras derrotas (porque mientras el mundo no sea nuestro siempre seremos perdedores) y podéis emplear lo que hemos aprendido como queráis:

No os quedéis solos. Llamadnos; llamad a tanta gente como sea posible. No sabemos cómo podéis hacerlo, encontraréis la manera. Ya habéis ocupado vuestras escuelas y nos decís que la razón más importante es que no os gustan. Bien. Ya que las habéis ocupado, invertidle el rol. Intercambiad vuestras ocupaciones con otra gente. Dejad que vuestras escuelas sean el primer hogar para nuestras nuevas relaciones. Su arma más potente es nuestra división. Tal y como vosotros no teméis atacar las comisarías porque estáis unidos, no temáis llamarnos para cambiar nuestras vidas todos juntos.

No escuchéis a ninguna organización política (ni anarquista ni ninguna). Haced lo que necesitéis. Confiad en la gente, no en esquemas e ideas abstractas. Confiad en vuestras relaciones directas con la gente. Confiad en vuestros amigos: haced vuestra lucha de cuanta más gente posible, vuestra gente. No les escuchéis cuando os digan que vuestra lucha no tiene contenido político y que debería obtenerlo. Vuestra lucha es el contenido. Tan sólo tenéis vuestra lucha y está en vuestras manos asegurar su avance. Tan sólo ella puede cambiar vuestra vida, a vosotros y las relaciones reales con vuestros compañeros.

No temáis actuar cuando os enfrentéis a cosas nuevas. Cada uno de nosotros, ahora que nos hacemos mayores, tiene algo sembrado en su cerebro. Vosotros también, aunque seáis jóvenes. No olvidéis la importancia de este hecho. En 1991, nos enfrentamos al olor de un nuevo mundo y, creednos, lo encontramos difícil. Habíamos aprendido que siempre debe haber límites. No temáis la destrucción de mercancías. No os asustéis ante los saqueos de tiendas. Lo hacemos porque es nuestro. Vosotros (como nosotros en el pasado) habéis sido criados para levantaros todas las mañanas con el fin de hacer cosas que más tarde no serán vuestras. Recuperémoslas y compartámoslas. Tal y como hacemos con nuestros amigos y el amor.

Os pedimos disculpas por escribir esta carta tan rápidamente, pero lo hacemos al ritmo del trabajo, en secreto para evitar que se entere el jefe. Somos prisioneros en el trabajo, como vosotros en la escuela.
Ahora mentiremos a nuestro jefe y dejaremos el trabajo: nos reuniremos con vosotros en Syntagma con piedras en las manos.

Proletarios
Traducido por Klinamen.org
Versión en inglés extraída de libcom.org


Texto repartido por escolares en las calles de Atenas, de cara a las críticas de la "violencia" por todo el aparato de desinformación de masas y los ciudadanos escandalizados.

No nos critiquéis antes de entendernos.
No nos apuntéis con el dedo antes de vernos.
No nos censuréis antes de hablarnos.
No nos matéis antes de dejarnos vivir.
Somos vuestros hijos y nietos, vuestros vecinos o amigos...
Somos la sociedad que habéis creado...
Somos el resultado de las generaciones de indiferencia,
de no creer en nada,
del pasotismo,
de la apatía...
Ahora...
Quemamos para que no nos quememos,
Rompemos para que no nos rompan,
Nos rebelamos porque ya estamos hart@s de este mundo¡
Estamos con vosotr@s!
¡Estas noches son de Alexis!
Hay que cambiar el mundo, y si no lo conseguimos al menos lo habremos intentado.
Que se extienda la revuelta.


Texto que se repartió entre la gente que asistió en el funeral de Alexis Grigoropoulos.

QUEREMOS UN MUNDO MEJOR.
¡AYÚDENNOS!
No somos terroristas, "encapuchados" ni "desconocidos conocidos"(expresiones que se usan por los medios de comunicación griegos sobre los manifestantes)
¡SOMOS VUESTROS HIJOS!
Esos conocidos desconocidos...
Queremos soñar - ¡no nos maten los sueños!
Tenemos pasión - ¡no nos paren!¡
ACUÉRDENSE!
Hace tiempo que ustedes eran jovenes también. Ahora están persiguiendo el dinero, solo les interesa la "fachada" de las cosas.
Se hicieron gordos y calvos.
¡OLVIDARON!
Esperábamos que nos apoyaran,
que tuvieran un poco de interés,
que nosotr@s por una vez nos enorgulleciésemos de ustedes
¡EN VANO!
Ustedes viven vidas falsas. Tienen la cabeza inclinada,
los pantalones abajo y están esperando el día que se van a morir
¡No tienen imaginación, no se enamoran, no crean nada!
Sólo venden y compran:
TODO MATERIAL - AMOR POR NINGUNA PARTE - VERDAD POR NINGUNA PARTE
¿Dónde están los padres? ¿Dónde están los artistas? ¿Por qué no salen alas calles para protegernos?
¡NOS ESTÁN MATANDO. AYÚDENNOS!
LOS NIÑOS
PD: No nos hacen falta más lacrimógenos para llorar. Lo podemos conseguir solos.

El fantasma de la libertad siempre llega con un cuchillo entre los dientes [Grupo surrealista de Atenas]

El non plus ultra de la opresión social está siendo disparado a sangre fría.

Todas las piedras arrancadas del pavimento y lanzadas a los escudos de los policías o a las fachadas de los templos comerciales, todas las botellas en llamas que dibujaron sus órbitas en el cielo nocturno, todas las barricadas levantadas en las calles de la ciudad, separando nuestras zonas de las suyas, todos los cubos de basura consumista que, gracias al fuego de la revuelta, llegaron a ser Algo a partir de la Nada, todos los puños alzados bajo la luna, son los brazos que encarnan, así como aportan fuerza real, no sólo a la resistencia sino también a la libertad. Y es precisamente el sentimiento de libertad el que, en esos momentos, permanece como la única cosa por la que merece la pena apostar: aquel sentimiento de las mañanas olvidadas de la infancia, cuando todo podía suceder, puesto que somos nosotros mismos, como seres humanos creativos, quienes hemos despertado, y no esas futuras máquinas humanas productivas conocidas como “sujeto obediente”, “estudiante”, “trabajador alienado”, “propietario”, “hombre/mujer de familia”. El sentimiento de enfrentarnos a los enemigos de la libertad, de no temerles nunca más.
Está por lo tanto completamente justificado que aquellos que pretenden continuar con sus negocios como si nada sucediera, como si nada hubiera sucedido nunca, estén preocupados. El fantasma de la libertad siempre llega con el cuchillo entre los dientes, con el deseo violento de romper las cadenas, todas esas cadenas que convierten la vida en una repetición miserable, sirviendo para reproducir las relaciones sociales dominantes. Pero desde el sábado 6 de diciembre, las ciudades de este país no están funcionando correctamente: nada de terapia consumista, nada de tráfico fluido que nos lleva al trabajo, nada de noticias sobre las próximas iniciativas de rescate del gobierno, nada de zapping despreocupado de un espectáculo televisivo a otro, nada de dar vueltas en coche por la tarde alrededor de la Plaza Syntagma, etc, etc, etc. Estos días y noches no pertenecen a comerciantes, comentadores televisivos, ministros o policías: ¡Estos días y noches pertenecen a Alexis!
Como surrealistas, hemos estado en las calles desde el comienzo, junto a otros miles, en revuelta y solidaridad; puesto que el surrealismo nació con el aliento de la calle, y no pretende abandonarlo jamás. Después de la resistencia popular ante los asesinos del Estado, el aliento de la calle se ha vuelto aún más cálido, aún más acogedor y creativo que antes. No es competencia nuestra el proponer una línea general para este movimiento. Sin embargo asumimos nuestra responsabilidad en la lucha común, ya que se trata de una lucha por la libertad. Sin tener que estar de acuerdo con todos los aspectos de tal fenómeno de masas, sin ser partidarios del odio ciego y la violencia por sí mismos, reconocemos que este fenómeno existe por un motivo.No permitamos que este aliento encendido de la poesía se debilite o muera.Convirtámoslo en una utopía concreta: ¡transformar el mundo y cambiar la vida!¡Ninguna paz con los policías y sus dueños!¡Todos a la calle!¡Aquellos que no puedan sentir la furia deberían cerrar también sus trampillas!
Grupo Surrealista de Atenas, Diciembre 2008

Desde Grecia, reorganización

Últimos días en Volos, breve calma, breve reflexión...

Antes de ayer, en Volos vivimos una enorme manifestación, heterogenea, comunistas radicales, anarquistas, y gente enfadada en general, mucha espectación, las asambleas decidieron que y como de hacer, y se respeto, destrucción de lo que quedaba de los bancos y duros enfrentamientos con la atrincherada policía durante horas, y ahora que, teniamos la posibilidad de quemar la ciudad, de destruir juzgados tomar fábricas, la policía no podia hacer nada, bueno si disparar y entonces desatar la ira de todo el mundo, vimos vi, que algo falta, la gente nos miraba curiosa, salían a la calle seguían la manifestación escasos metros, en las calles aledanías había curiosos, en vez de la tele nos miraban, algunos críos nos traían piedras, no se, joder no se que pensar, en la asamblea de ayer grupos más "salvajes" pedían quemar las calles, otros que venían de Atenas veían inutilidad en ello, el domingo hay otra mani, podemos destruir, pero hay poca capacidad de extender la fase creadora, la gente instalada en su comodidad no se moverá y si la tocas se defenderá y sería nuestro final, veamos que pasa, por momentos pienso que lo mejor y puesto que quienes nos apoyan son los hooligans quizás haya que sacar nuestro devenir hooligan, o redirigirlo, cosas más grandes, juzgados, fábricas, adonde lleva qué hacer, no hay proyecto y es algo que siempre valoré como positivo, pero si no hay proyecto, habrá que inventarse algo, estoy un poco perdido y es algo extensible a muchxs compas, tenemos la fuerza, si para que, ya no hay bastilla, joder no hay un símbolo todo es símbolo, está en todas partes la plaga, no hay un rey, no hay un dictador, es toda esta realidad, como mutarla como hacer comprender a la gente que esta ahí la posibilidad de un mundo nuevo, joder en fin por el momento, mani, y si hace falta a encapucharse, y si hace falta a reventar, o que te revienten, por ahora sudar y llorar con los gases, gracias, gracias a los compas del estado que lo están dando todo, gracias que se extienda, que sea una plaga, un contagio un virus, quizás me sienta perdido por que no estoy aconstumbradx a caminar fuera de mi celda, poco a poco, caminaremos mejor, y el comenzon de los ojos desaparecerá, desde Grecia no se si llorar o reir, pero desde luego aquí todo el mundo mientras tanto a luchar.

domingo, 16 de noviembre de 2008

QUEMA EL DINERO Y BAILA

¡QUEMA EL DINERO Y BAILA!
Ahora nos dicen que hay crisis y nos mienten, tanto como cuando anunciaban la prosperidad de las vacas mutantes engordadas con trangénicos y química y plástico. Porque la recesión y la expansión son una farsa, los dos movimientos de avance y retroceso de la misma ola de servilismo, explotación y miedo que te voltea y te ahoga a ti, a mí, a nosotros, esclavos del salario que vivimos una crisis eterna ya que vivir es pagar por cada acto que se realiza y por cada sueño que se alienta, y ay del que se atreva a actuar y a desear fuera y contra el mercado.

Ahora nos dirán que la crisis tiene una causa concreta y razonable, que sólo ha fallado una pieza del sistema, que la avaricia es mala consejera y que errar es humano, pero no importa porque ha llegado el Rey Mago Baltasar con su saco repleto de promesas para refundir el capitalismo y repintar las baldosas que llevan a la Ciudad Esmeralda, pues Oz y su espectáculo deben continuar, y esto es entretenimiento. Y nos seguirán mintiendo, porque el capitalismo no tiene cura: es la crisis que se reproduce a sí misma arrasando hombres, mujeres, culturas y tierras, hasta la consunción definitiva del planeta.

Por eso es necesario destruir de una vez para siempre esa recesión y esa prosperidad y esa economía que tanto preocupan a algunos. Por eso proponemos quemar el dinero, tótem y tabú, corazón y sangre, abstracción y realidad máximas del capitalismo: para acelerar la crisis destruyendo la riqueza de sus naciones, para que se oculte la economía y resurja la vida. Porque el dinero que tanto se adora es tan falso como todo lo demás, humo pestilente que tendremos que disipar para que se aclare el gran día.

Se dirá quizás que ese dinero no nos pertenece, que forma parte del producto interior bruto y de la renta nacional y del tesoro real, monstruosidades malditas que empañan lo que una vez fueron las relaciones humanas de producción comunitaria, de intercambio, de regalo y de don. Pero, ¿acaso no nos lo habíamos ganado con el sudor de la frente? ¿No era nuestro, a cambio del trabajo, del tiempo de vida que hemos malvendido? Entonces nos queremos permitir el lujo asiático de destruirlo, lujo que sin embargo está al alcance de cualquier bolsillo porque tan sólo se trata de estar harto, y de atreverse. Y si nos damos el capricho gratuito de destruirlo es simplemente porque no hemos encontrado ninguna otra utilidad mejor o que valga más la pena, y todo lo que se pueda hacer con ese dinero, ahorrarlo e invertirlo para que crezca y se multiplique como si fuera un virus, o gastarlo para comprar basura de última generación, consumir distracciones insípidas, subir pensiones de risa, pagar hipotecas vampíricas, o financiar campañas para reivindicar reformas lamentables, son otras tantas excusas que nos atan a la economía a la vez que la refuerzan. Ha llegado el momento de cortar semejante cordón umbilical: negamos el capitalismo, y por lo tanto no queremos su dinero.

Por eso lo quemamos. Y nos despedimos recordando, por si hubiera alguna duda, que en el mundo que llevamos en nuestros corazones existirá el baile, pero no el dinero.

¡Crisis! ¡Más crisis!
1929…1973…2008… ¡a la tercera será la vencida!

Los críticos crónicos











Fotos de la contribución más lúcida posible al PIB de un país.

viernes, 14 de noviembre de 2008

ASÍ NOS QUIEREN VER

Reflexiones en frío y en caliente sobre el antifascismo

El goteo cada vez más grueso de agresiones fascistas por todo el país, y en especial el cruel asesinato de Carlos Palomino a manos de un nazi (y militar por más señas) cuando se dirigía a participar en una manifestación contra Democracia Nacional en el distrito madrileño de Usera el 11 de noviembre del año pasado, ha provocado y sigue provocando una oleada de indignación tan sólo equiparable a la reacción pasional de la calle, no sólo en Madrid, sino por todas partes. Esta reacción en carne viva de los “instintos naturales de la rabia, la venganza y el dolor de perder a un compa”[1], que debe entenderse en un contexto en el que llovía, llueve y lloverá sobre mojado, no puede sino congratularnos, pues en efecto había muchos motivos para “agradecer a toda la gente que ha participado durante estas dos últimas semanas en la infinidad de convocatorias (…), a todxs lxs compas del Estado que han demostrado que todos somos uno y que el Apoyo Mutuo es una realidad”[2]. Tanto más cuando se recuerda las condiciones muy difíciles en que se desenvolvieron algunas de esas manifestaciones, como la tensa concentración del 17 de noviembre en la Puerta del Sol, o la del sábado siguiente en Atocha que consiguió burlar a la policía llegando hasta Legazpi. Imposible, humanamente imposible por otro lado mantenerse al margen de provocaciones con un simbolismo tan perverso y flagrante como el mitin de Nación y Revolución en la Plaza Tirso de Molina, en plena frontera de Lavapiés. Resulta lógico, por tanto, que varias de estas protestas desembocaran en verdaderas revueltas, lo que en sí mismo no es precisamente malo; muy al contrario, lo peor es que no hubiera pasado nada como respuesta al asesinato de Carlos y a otros hechos similares, aunque sólo sea como una señal de aviso que se envía a los fascistas y al Estado que los tolera y utiliza.

Dicho esto, todo indica que tal reacción lógica e inevitable se ha convertido en el imán movilizador y la gran bandera de los grupos y colectivos que se consideran revolucionarios, lo que ha tenido consecuencias no siempre positivas sobre las que vale la pena reflexionar si se quiere ir un poco más allá de los “instintos naturales”, única forma de impedir que tanto la muerte como el dolor y la pena hayan sido en vano. En concreto, sobre la función y el funcionamiento del antifascismo y de las formas y métodos de su combate, y de la repercusión de esos métodos en la sociedad en general, especialmente en el resto de la clase (o masa) a la que se supone pertenecemos. Pues se supone también que nuestra lucha no se da en el vacío, ni es un hobbie o manía personal, sino que se inscribe en un contexto mucho más amplio que le acoge y le da sentido, que le debería acoger y dar sentido, si es que es mínimamente cierta esa guerra social de la que tanto hablamos y tanta abstracción hacemos a veces en nuestro pensamiento crítico y en nuestros actos concretos.

En tal debate, amargo y delicado pero ineludible, habría que empezar con una banalidad de base que no lo es tanto: que, como afirmaba con lucidez una hoja repartida en una manifestación en Valencia, esta “es una lucha parcial de una mucho más global”, por lo que “concentrando todos los esfuerzos en el antifascismo se cae en un círculo vicioso de acción-represión del que es difícil salir, cuando no en acciones meramente simbólicas o folklóricas (…) y por otro lado suele derivar en un sin fin de peleas callejeras de dudosa efectividad ´política´”. Entendámonos bien: la lucha antifascista es obligada en cuanto que las organizaciones (o sectas) que se reclaman del fascismo ejercen una violencia intolerable e intentan manipular las tensiones de la inmigración y la frustración de algunos jóvenes despistados, por lo que es más que legítimo que se emprenda un combate teórico y práctico contra ellos, cuando no una pura y simple autodefensa que no precisa de más justificaciones. Pero habría que tomar conciencia, en el caso de que no se haya hecho, de la distancia oceánica que media entre esta lucha y la guerra contra el fascismo realmente existente hoy en día, es decir, el que se expresa triunfante por medio de la economía, el espectáculo y la vida artificializada: guerra que se plantea entre el capital y el trabajo, entre el poder y la libertad, entre la mercancía y el mundo, entre la pantalla y lo sensible, entre el urbanismo depredador y la naturaleza mutilada, entre la técnica vampírica y la autonomía de la persona. Guerra total y proteica que sin embargo no pasa hoy por hoy por los grupos fascistas, fenómeno repugnante y sangriento pero residual, incapaz de seducir con su magia caducada y sus rituales pasados de moda en un mundo entretenido por los milagros de la ciencia (ficción) y los pasatiempos autistas del ocio dirigido, e innecesario por esto mismo para la dominación excepto en momentos puntuales o desbordes atroces que bastan, eso sí, para ponerles en su sitio como medida puramente profiláctica. Pero hay que repetir que un reality show, un evento deportivo, un concierto de rock, el lanzamiento de un nuevo automóvil o de un juego de ordenador, la inauguración de otro museo de arte contemporáneo, el anuncio a bombo y platillo del penúltimo descubrimiento de la ingeniería genética, la publicidad omnipresente…son infinitamente más útiles al capitalismo, y son más representativos de su razón y deriva totalitarias, que todos los partidos de la extrema derecha española, europea y mundial.

Por eso, y aunque suene duro, lo peor de la lucha antifascista tal y como está planteada, y tal y como (corríjaseme si me equivoco) es vivida por muchos de sus militantes, es que supone un clon degradado, una representación del antifascismo histórico sin su verdadera sustancia política y social[3]. Porque sería vivir una absurda ilusión ideológica creer que las “peleas callejeras” contra los neonazis actuales reviven las refriegas del Milán de 1921, del Berlín de 1933, o de la Barcelona de 1936, cuando el fascismo no sólo era un temible esbirro al servicio del capital, sino un verdadero movimiento de masas que con su propio programa y su dinamismo demoníaco superó la maldad capitalista, conduciendo a la especie humana a un nivel de degradación aún mayor. Quizás por esta razón, al chocar una y mil veces con grupúsculos esqueléticos que no tienen apenas apoyo social, y son interpretados por la sociedad como bandas de psicópatas indeseables que se mueven entre el gamberrismo hooligan y el frikismo político, se corre el peligro de que nos convirtamos en lo mismo; que al dar prioridad, y concentrar todos nuestros esfuerzos de una manera desmesurada y pública en el combate contra grupos que son políticamente marginales, caigamos en la misma marginalidad política, en el mismo vacío ensimismado que desde dentro es todo y desde fuera nada, la nada política, la insignificancia social y la ininteligibilidad intelectual y emocional que condena a la indiferencia, mezclada de miedo y desprecio, a las peleas entre tribus urbanas, rockers y mods, latin-kings y ñetas, fachas y antifas.

A esta indiferencia se puede responder, como hacía el pretendiente Carlos VII cuando le informaban de una nueva derrota, que no importa, contestando al desprecio pequeño burgués con la soberbia del que ya está en la otra dimensión de la revolución social y no necesita por tanto a la sociedad. Pero, como no somos precisamente carlistas, ni sabemos en qué dimensión estamos o dejamos de estar, más que nada porque últimamente las dimensiones (tiempo, espacio, muerte, vida, verdad, mentira, deseo, manipulación) ya no son lo que eran, tenemos que decir que a nosotros sí que nos importa, y mucho, porque de ese eco que llega desde o a través del espejo depende que un movimiento revolucionario sea eso, revolucionario, y no un simple reflejo de las pasiones individuales de resentimiento y rabia que se traducen en la acción inmediata. Y no se habla de una cuestión moral, pues queda fuera de toda duda la sinceridad y justificación de esas pasiones y acciones. Pero esto no explica todo, ni es coartada para cualquier cosa.

En este sentido, y con el máximo respeto pero hablando claro porque no nos queda más remedio: no puede sino inquietar que la noticia del asesinato de un joven de 16 años haya generado un impacto social tan pequeño y tan poco duradero, y un respaldo a las movilizaciones antifascistas tan escaso, tanto en el momento caliente como en los homenajes más fríos que han venido después, fuera de nuestro círculo acostumbrado, especialmente si lo comparamos con otros asesinatos y otras provocaciones, origen, ellas sí, de una conmoción general y de una repulsa visceral y activa indudables. Por limitarnos a Madrid recordemos que unas 7000 personas acudieron a la manifestación de la Coordinadora Antifascista el 21 de noviembre de 1994 en protesta por el asesinato de la inmigrante dominicana Lucrecia Pérez. En cambio, en la concentración de Sol del 17 de noviembre participarían 500 personas, que subieron a unos dos mil en la manifestación del sábado 24. Es verdad que los tiempos han cambiado (a peor), que a veces la cualidad es más decisiva que la cantidad y que el solo hecho de la ruptura del bloqueo policial logrando el objetivo de llegar a Legazpi el sábado 24 vale por todos y cada uno de los desfiles ciudadanistas. Sin embargo, estos matices no pueden convertirse en excusas que oculten lo evidente. En este sentido, el que la manifestación en homenaje a Carlos del 11 de mayo reuniera solamente a 400 personas no fue precisamente un buen síntoma: como reconocía un comentario anónimo en Klinamen, “una manifestación tan anunciada y con un fin, digamos, no muy sesgado ideológicamente, con esta afluencia da muchísimo que pensar”. La falta de asistencia puede deberse a que el peligro fascista y el combate para “impedir que estos grupos se manifiesten tranquilamente hoy, alentando la xenofobia y el racismo y dándoles la oportunidad de que crezcan, de que consigan engañar a lxs trabajadorxs más afectadxs por la crisis que se avecina” se plantea y manifiesta en otra dimensión, y con protagonistas muy distintos. Por otro lado, ¿ha existido un interés real en ampliar esas protestas más allá de los sectores (juveniles) que ya participan en ellas? ¿Se ha apelado con sinceridad, comprensión y generosidad a las amas de casa, a los trabajadores grises y vulgares, a los vecinos del 5º, en una palabra, a la gente normal que nos rodea en nuestros barrios, institutos y centros de trabajo? Es cierto que se hicieron asambleas abiertas en las que participaron asociaciones de vecinos, y que generalizar siempre es injusto y desacertado, pero, visto lo visto, las tácticas adoptadas que impedían cualquier alianza, los discursos autoreferenciales por no decir sectarios, las bravatas innecesarias…la respuesta parece ser no. Que no nos extrañe entonces que, en justa correspondencia, lo que llamamos “sociedad”, o “clase trabajadora”, entes sin duda cada vez más abstractos y patéticos pero no del todo inexistentes, nos respondan con la misma moneda de indiferencia y desprecio, masajeados además como están por un sistema de acondicionamiento mediático que tiene todo el interés en que esto sea así para siempre jamás[4].

Quizás el problema de fondo es que, en gran parte al menos, el ambiente “radical” o “revolucionario” se considera a sí mismo, lo reconozca o no, extraño a una sociedad a la que tacha (seguramente con mucha razón) como cobarde, sumisa y en definitiva colaboracionista de la dominación. Por eso desde esta óptica hipertrofiada, revolucionario sería aquel que ha roto con sus semejantes podridos y se aísla de ellos tanto o más que se enfrenta con el poder que a todos oprime. Pues aunque siempre existen las debidas excepciones, parece como si el “movimiento revolucionario” y los variopintos proletarios de carne y hueso vivieran en universos paralelos que nunca se tocan ni mezclan, y como si esa escisión se repitiera a su vez en la vida del que combate este sistema. Quizás por esta razón, las propuestas que el medio radical articula acerca del baile de San Vito del paro y del trabajo, los sueldos miserables, las mercancías adictivas o el timo inaudito de la vivienda, suenan muchas veces a mecánico, ritual, aprendido, y hasta alejado de la experiencia real, con nombres y apellidos, del que vive en la primera persona de la confusión, el desaliento y la ira tal explotación, sin recurrir a la ideología como método de consolación y manual de supervivencia trucada. Como si se aparentara que no hay vasos comunicantes entre la conciencia radical y la existencia miserable y mediocre que es la nuestra en su casi totalidad, aunque convenimos que no totalmente; como si por ejemplo fuera mejor no hablar, pues da vergüenza y al fin y al cabo es un asunto reformista, del trabajo mondo y lirondo que finalmente nos hemos tragado, pues en efecto somos proletarios y no burgueses, y tragar es lo propio del proletario aunque también lo sea vomitar y morder. Sobre todo, se trataría de no actuar como revolucionarios en este campo ni en ninguno que se le parezca, si para ello hay que bajar del pedestal y hablar con los otros, pues ya se sabe que están alienados y sin duda engrosan el franquismo sociológico.

Puede que esta ruptura sea más ficticia que real si se analizara con rigor la vida de cada cual, pero el aislamiento por desgracia es cierto y cada vez mayor. Sin embargo, tampoco es esta la cuestión. Porque debajo de las toneladas de apatía rumiante, debajo de las aguas abisales del conformismo ideológico, la lucha continúa y el conflicto sigue vivo: en el trabajo mal hecho, en la tensión con el jefe, en las huelgas de ciertos sectores que ya no son tan amables y no dudan en ensuciar esto o romper aquello, en la desesperación, en el aburrimiento. Malestar difuminado que a veces estalla irracionalmente (dicen) en el vagón de metro porque se para, o en el barrio porque quieren poner parkings o parquímetros o no dejan hacer botellón, conflictos parciales, humildes y hasta ridículos cuando la opresión asciende al mismo ritmo que se hunde la naturaleza en el pozo sin fondo del desarrollismo, pero conflictos que informan de una (micro)guerra social que prosigue por otros medios, los que malamente encuentra la masa de mónadas en la que nos hemos convertido, a la espera de reencontrar los viejos y buenos de antaño[5]. Y hay que insistir en que si no fuera así, entonces no hay lucha entre explotadores y explotados ni subversión ni revolución ni nada a lo que encomendarse, con lo que nuestra actividad se reduciría a un juego, o una afición, o una solución individual respetable pero inocua. Como no lo es, será porque debe existir ese combate más amplio del que surge y en el que se inscribe, quiéralo o no, bien o mal, con mayor o menor claridad teórica y acierto práctico. Sólo que, para que lo mejor suceda a lo menos bien, se debería procurar que esas luchas, las suyas y las nuestras, las espontáneas y las especializadas, las de denominación de origen radical y las que carecen hasta de nombre, se hagan más conscientes de sí mismas, esto es, conscientes para todos.

Para ello no es necesario, todo lo contrario, rebajar la (presunta) radicalidad de los planteamientos, ni de resignarse con la prosa reformista de las reivindicaciones de la supervivencia olvidando la poesía revolucionaria del ir a por toda la verdadera vida[6], ni de ser amables ni dialogantes para “caer bien” a gente que no necesita amigos, sino en todo caso compañeros de lucha, pues es el aislamiento, y la sensación de derrota individual y colectiva que lo genera y viceversa, el que explica muchas veces que ni haya compañerismo, ni haya lucha. La cuestión está, una vez más, en que el combate sea verdaderamente real, es decir, que afecte a la realidad que nos aplasta como aplasta al resto de congéneres: que contenga en sí y que movilice, en una época de ficciones y sucedáneos, la mayor realidad (que no realismo) posible e imposible. Hoy por hoy, lo que llamamos antifascismo no lo tiene, o no en el grado suficiente, aclarando de nuevo que sería una estupidez y una ofensa decir que la acción antifascista carece de toda importancia y de todo sustrato real. Seguramente por esa insuficiencia de realidad no suelen ser los propios vecinos de los barrios “amenazados” por el fascismo los que nutren las manifestaciones antifascistas, sino militantes llegados de otros sitios, lo que debería hacer reflexionar si no se estará cayendo en una pose “vanguardista”, “militar” o (si lo anterior resulta demasiado duro e injusto) al menos separada, al pretender “defender” al “barrio obrero” o a “los inmigrantes” de un peligro que estos ni sienten ni padecen, y por lo tanto se abstienen en su gran mayoría, volviendo a hacer las honrosísimas excepciones, de cerrar filas con aquellos que tienden a hablar y actuar en su nombre. Y cuando sienten y padecen estos peligros saben y prefieren defenderse ellos solos, como lo demuestran los disturbios de la Cañada Real, el penúltimo incendio de las banlieus francesas, o la organización, también en Francia durante los años 70 y 80, de grupos de autodefensa de jóvenes inmigrantes de segunda generación, árabes, negros, portugueses o…españoles, contra los ataques de los skin-heads del Front National. Pero quien paseara la tarde del viernes 29 de febrero por la Plaza de Lavapiés, se encontró con el ambiente habitual de familias magrebíes cogidas de la mano, latinos compartiendo un trago en un banco, y turistas de lo multicultural repantigados en las terrazas de los bares, escena muy alejada del clima de pánico y guerra que describían comunicados como 29F Nos hemos encontrado, ahora la autoorganización. En ese texto se reconocía que la contramanifestación agrupó “entre trescientas y cuatrocientas antifascistas entre las que se podían ver jóvenes de diferentes etnias”, lo que es verdad y desde luego muy alentador, y un buen fruto de la labor de información que se hizo durante esa semana entre los colectivos inmigrantes, pero también muy alejado de las miles de personas que habrían salido a la calle, en Lavapiés, si realmente hubiera existido una amenaza escuadrista[7]. De esta manera, concentrar toda la energía y la rabia en un combate en el que no se tiene la iniciativa ni en los tiempos elegidos ni en los medios utilizados, sino que se responde como un acto reflejo a cada maniobra que se le ocurre al enemigo[8], sólo puede tener una utilidad, aparte de la meramente defensiva: la de malgastarlas. Quizás sea esa la verdadera función de los grupúsculos fascistas, hipnotizar y atraer a una lucha estéril a los grupos y colectivos que más en serio se toman la liquidación social, para que descarguen toda su energía fulgurante como se descarga la electricidad del rayo en la tierra baldía, haciendo del fascismo no ya la espada de la economía o el látigo de la economía, sino tan sólo su vulgar pararrayos. Como decía una vieja canción casi olvidada, “te van a colgar la nueva moda, así te quieren ver, así te quieren ver, y a ti que no te importa”. Así nos quieren ver, pero ya hemos dicho que a nosotros sí que nos importa.

En este sentido, si tuvo alguna importancia la célebre algarada del año pasado en Alcorcón, y sí la tuvo en tanto que conflicto paradigmático y fuente de lecciones, fue justamente esta: que nació de los fantasmas y las paradojas desagradables que surgen de la nueva tectónica de placas sociales y psicológicas originada por los movimientos del mercado, la inmigración obligatoria y la guerra de todos contra todos por la nada, conflicto corriente donde los haya en el sentido de que afecta a todos y no a los únicos, conflicto que nace pues de lo común y no de la ideología; que supo realizar la crítica del fascismo en la calle, desligándose tajantemente tanto de las tentaciones racistas como de la “protección” del Estado; que se contagió a otros sectores y a otras edades, trascendiendo sus propios límites de pelea insignificante entre adolescentes para politizarse como revuelta de barrio obrero contra todo aquel, mafioso o fascista, que intentara imponerse; y que así fue entendida por muchos de sus vecinos, haciendo renacer la vieja idea o mito de la comunidad obrera[9]. Y si bien esa idea de comunidad es irreal, aparte de insuficiente y equívoca como ya lo era en su momento de esplendor, hoy resulta imprescindible recrear una realidad análoga entre los proletarios del producto interior bruto y los importados, so pena de que sucumbamos todos al problema insoluble de la convivencia entre las masas de mil orígenes y culturas que se ven obligadas a arrejuntarse, muy a su pesar porque casi nadie emigra por gusto, en los almacenes de mano de obra barata y consumo estabulado que interesan a la economía. Insoluble, bajo el capitalismo que ha hecho posible tal acumulación, que la gestiona y que la necesita exactamente tal y como es, como revoltijo formado por individuos aislados que se aferran a sus señas identitarias porque no tienen nada más. Como explicaba ¿Quién espía los juegos de los niños?, “la aculturación radical de todos los recién llegados, y su asimilación inmediata por la cultura anfitriona, se muestra como un imposible”, por lo que la dominación tiene que resignarse a “una salida más realista, que es sellar cada identidad cultural como un compartimiento estanco, erigiéndose el Estado como único árbitro y mediador entre ellas”. Siendo esto verdad, habría que ir más lejos y presumir que la dominación no desea tal aculturación, y que esa “utopía ultraderechista” sólo se la creen, en todo caso, las franjas más rancias y/o enajenadas de la clase dominante y (ay) de la dominada, sirviendo cuando hace falta como propaganda electoral y pretexto seguritario[10]. Porque lo decisivo es ahorrar costes y prefabricar el caos en las “sociedades que han perdido para siempre toda homogeneidad cultural, que se encuentran fraccionada en múltiples identidades hasta niveles nunca antes conocidos”. Y de eso se trata, de que no exista reconocimiento mutuo alguno, no vaya a ser que de ahí se rearme también una nueva idea de comunidad y hasta de cultura de clase que se enfrente tanto a la descomposición digital del espectáculo como a los compartimientos estancos de la identidad cultural.

Por esta razón, para ganar la batalla final a los fascistas, y por encima de ellos al capital que crea y administra la “crisis de la inmigración”, hay que ir más allá del antifascismo que se limita al saludable pero insuficiente correctivo físico para ser capaces de reinventar un egrégoro, esto es, una comunidad no sólo de solidaridad y de lucha sino también afectiva, que se proponga descongelar el aislamiento programado que hace añicos las relaciones sociales de lo que antiguamente fue una clase (y clase revolucionaria), y derrotar en su propio terreno emocional a la repulsiva y fraudulenta “comunidad nacional” en la que se apoya el fascismo puro y duro, light o transgénico, esto es rescatando el fragmento de verdad que el fascismo ha secuestrado: el mito de la comunidad orgánica. Porque aunque fatal, la anti-utopía fascista señala con su zarpa negra una realidad, la ausencia de comunidad en la que vivimos, y la anomia social y existencial que tal ausencia genera en la olla a presión del capitalismo desbocado. Es cuestión de los revolucionarios, es cuestión revolucionaria, imaginar, experimentar y consolidar su propio mito colectivo, que encontrará su verdad y su poesía de la unión de todos los esclavos que hoy se sienten distintos y solos. Como decía Bataille hace ya 70 años, “me resulta agradable oponer claramente el principio de comunidad electiva al de comunidad tradicional [léase francesa, o española, o lo-que-sea], a la que pertenezco de hecho, pero de la que quiero desolidarizarme, y, con la misma claridad, a los principios del individualismo que desembocan en la atomización democrática”. Esa comunidad electiva, que la miseria de la ideología de la diversidad no alcanza a vislumbrar, sólo puede surgir de ese “proyecto de lucha más amplio, capaz de unificar a españoles e inmigrantes” del que hablaba “Maroto del Ojo”, pero para ello no se puede ir a remolque de las luchas en las que nos quieren ver, imponiendo al contrario una agenda propia con necesidades y deseos que nazcan del principio de realidad que realmente nos destruye, y no de la ideología, entendiendo que es justamente de ahí de donde nace también el principio de placer que a veces vivimos y por el que queremos vivir, sí, nosotros los utopistas, atravesados por un hambre insaciable de realidad y de sueño.

Es evidente que entre esas luchas necesarias, por poner unos pocos ejemplos que no son de modo alguno un catálogo, estarán el sabotaje de la pulsión consumista que empieza por uno mismo, el desenmascaramiento razonado y umoroso de la dictadura de lo nuevo y de las maravillas de la tecnociencia, la intolerancia explosiva ante la soberbia del patrón y la anestesia del sindicato, el valor para saltar por encima del diálogo de sordos mirando de frente a los otros, la resistencia fanática a que se pierda por completo la ciudad o el pueblo de nuestra infancia, la exaltación incondicional del amor en un mundo que adora la prostitución, o la sabiduría para dar la espalda a los mass-media y a los profesionales del consenso prescindiendo así de intermediarios y adormecedores cuando el conflicto (cualquier conflicto) estalla, y se asoma la tentación inútil del pragmatismo, la negociación y la “sensibilización de la opinión pública”. Pero tampoco deberían faltar otras causas irredentas y otros frentes bélicos, mucho menos obvios pero igualmente decisivos, en los que todavía se entra en liza para buscar y encontrar los yacimientos de lo maravilloso allí donde la economía asegura que no los hay, a no ser como mercancía: en la propia vida, en la experiencia sensible, justo donde, se ilumina el camino que lleva a la autoformulación de una mitología comunitaria calibrada según nuestras auténticas subjetividades. Porque el verdadero fascismo se alimenta no sólo de alienación y miedo, sino también de monotonía, embotamiento, soledad y tristeza; porque la reparación de los vasos comunicantes, y la reconciliación de las diferencias por la que la masa podría cuajar de nuevo en clase, son también a ese precio.

Los demenciales chicos acelerados

Desviado de un texto con el mismo nombre que aparece en la revista Salamandra 17-18.

[1] 24N. Con todas las de perder, vencimos, comunicado sobre los acontecimientos publicado en Klinamen.
[2] Ibíd.
[3] Y ni siquiera en los años 30 ese antifascismo tan añorado era perfecto, pues son de sobra conocidas las limitaciones defensivas y reformistas de un frentepopulismo infiltrado además por los estalinistas.
[4] En la manifestación citada del 11 de mayo, el ejemplo emocionante de unos pocos vecinos aplaudiendo desde la ventana a los manifestantes no podía borrar el vacío del barrio de Usera, sordo y ciego a la protesta y cerrado a cal y canto como cualquier otra mañana de domingo.
[5] Entre tantos defectos, se puede reconocer un mérito en potencia a este tipo de disturbios y protestas: desencadenar “cambios en quienes son sus protagonistas, y la fuerza de la puesta en práctica de la desobediencia” (Pierre Loeb, Motines que hacen estallar un tren o trenes que estallan en un motín)
[6] “Precisamente lo que quieren los campesinos es soñar”, decía en 1936 la Ponencia del Congreso Confederal de Zaragoza de la CNT. Los campesinos, y todos los demás, aunque muchos se hayan olvidado, no sepan cómo hacerlo, o no se atrevan a vivir su sueño.
[7] Una anécdota a este respecto: en la calle Jesús y María, después de una carga policial, arden algunas barricadas que varios jóvenes siguen alimentando arrojando al fuego todo lo que encuentran. En ese momento, un chaval de rasgos asiáticos de unos 12 años, paquistaní o indio (sólo les diferencia la maldita religión), sale de su casa y mira asombrado las hogueras y la basura esparcida por la calle, y pregunta por qué esos jóvenes “están rompiendo y ensuciando el barrio”. Ante la explicación de que es para evitar la “invasión” de los nazis, pregunta candoroso que quienes o qué son esos nazis. Y ante una nueva (y seguramente torpe) explicación sobre “el peligro pardo”, el chaval se encoge de hombros y se marcha tranquilamente por donde le da la gana.
[8] Se reconocerá que durante estos últimos meses se ha estado actuando a contrapelo de cada nuevo disparate propagandístico de la ultraderecha, entrando al trapo sin medir si valía la pena o no, proporcionándoles una visibilidad pública que no tenían, y a un precio demasiado caro.
[9] Como demostraba desde dentro y con todo lujo de detalles el texto ¿Quién espía los juegos de los niños?, firmado por unos misteriosos “Maroto del Ojo”, “el estallido de racismo no ha tenido lugar porque lo impedía una cultura antifascista hegemónica entre los jóvenes de Alcorcón”. En efecto, la reivindicación del carácter obrero y antifascista de Alcorcón fue constante en la mayoría de los comunicados y declaraciones que equiparaban a mafias y fascistas en el mismo efecto nocivo sobre la convivencia, apelándose en cambio a la solidaridad y defensa de esas raíces. Así se pudo leer en Klinamen mensajes sobre los “lazos identitarios profundamente ligados a un imaginario colectivo difuso de barrio obrero”, y sobre cómo “la gente del barrio bajó de las casas a participar y a ver, a jugar y a reconocer en la policía al enemigo y en la prensa a los manipuladores, a los buitres (…) la gente del barrio, nuestras viejas incluidas, y se veía cuando nos invitaban a café en los bares o nos daban noticias”.
[10] La repulsiva política de Berlusconi es a este respecto muy reveladora: se ha azuzado el racismo interclasista que corrompe por igual a burgueses de la Padania y al lumpen napolitano, se ha tomado como chivo expiatorio a los gitanos seguramente por ser irreductibles al trabajo asalariado, pero...el ministro Maroni ya ha matizado que no se va a expulsar a los ilegales útiles del servicio doméstico, pues “Italia viviría un drama socioasistencial”. ¿Alguien se imagina a las SS de Himmler haciendo una excepción así con los judíos? Este ejemplo permite apreciar asimismo las diferencias sustanciales que existen entre fascismos, democracias burguesas y dictaduras militares “clásicas”, reflexión oportuna dada la polémica (y confusión) que tal tema levanta, como lo hizo en el reciente debate sobre “Fascismo, antifascismo y lucha de clases” organizado por Klinamen el 24 de Mayo en el CSO La Casika de Móstoles. Por eso, y sin entrar a fondo en una discusión inagotable, hay que insistir en que la mera existencia de coacción, violencia, tortura, alienación, etc, no es una prerrogativa del fascismo en sí, sino un rasgo constitutivo de cualquier poder que se precie, desde las ciudades-estado sumerias a la democracia liberal o el socialismo real, pasando por los emperadores divinizados de China o el Incaico, las monarquías absolutas del Antiguo Régimen, o la teocracia islámica de los bellos días del Califato Perfecto.

PRESOS ANTICAPITALISTAS CHILENOS EN HUELGA DE HAMBRE

Comunicado Publico de ex combatientes subversivos en huelga de hambre liquida indefinida
Las razones de nuestra huelga surgen al interior de las prisiones de la concertación donde se viven duros sistemas de encierro, vigilancia y castigo. Las posibilidades reales de encontrar un trato digno, justo e incluso rehabilitador, son completamente negadas por un sistema que solo busca perpetuar el encierro. Esta situación se agudiza cuando se trata de prisioneros estigmatizados políticamente, especialmente vigilados, condenados de antemano por haber militado en movimientos subversivos, traduciendose además en condenas brutalmente aumentadas en juicios plagados de irregularidades en tratamientos penitenciarios donde la marginación, abuso de poder, destrucción física y psicológica de los individuos. Objetivo buscado por los verdugos del capital.En este quinto día de huelga de hambre que estamos realizando desde esta cárcel del Estado que nos mantiene secuestrados hacemos un llamado urgente a denunciar los últimos hechos ocurridos:Denunciamos nuestro mas ferviente rechazo a la actitud tomada por Gendarmería de Chile ( unidad del centro de retención penitenciaria stgo sur) frente a nuestra huelga mediante apremios ilegítimos y sobrepasando el plazo reglamentario de castigo a : Sergio Vasquez Barrientos y al traslado injustificado de Ernesto Medel Sala a un recinto de máxima seguridad además de no permitir el ingreso de líquidos de los compañeros y familiares que nos apoyan desde fuera.Haciendo oídos sordos a la huelga que recién empieza su primer momento de lucha y resistencia por las reivindicaciones que hemos dado a conocer ante la autoridad correspondiente y a la opinión publica. Hoy reiteramos que el abuso de poder al interior de los recintos carcelarios es algo brutal que trasgrede cualquier lógica humana y que no podemos permitir que siga sucediendo de forma impune.Queremos manifestarle a la opinión publica que lucharemos nuestra dignidad y derechos tanto judiciales como de luchadores sociales dignos que solo buscamos el respeto de nosotros, de nuestras familias, de nuestros compañeros y de la lucha que se dio y se sigue proyectando en distintos espacios. ¡Por eso hoy exigimos justicia social y humana !
LLAMAMOS A LA SOLIDARIDAD CONCIENTE, COMPROMETIDA Y DE CLASE A LA ORGANIZACIONES E INDIVIDIUALIDADES A FAMILIARES, AMIGOS Y SOLIDARIXS DE TODOS LOS ESPACIOS Y RINCONES DEL PAÍS SOLO LA IMAGINACION ES EL LÍMITE.DIFUNDE, COMENTA, APOYA Y ORGANIZATE!MIENTRAS EXISTA
MISERIA, HABRA REBELION!!¡DIGNIDAD PARA LOS PRESOS!

Marcelo Patricio Zuluaga Salgado
Jorge Alejandro Jara Jara
Alberto Olivares Fuenzalida
Omar Cifuentes
M. Oscar Mundaca Mantero
Ernesto Medel

viernes, 31 de octubre de 2008

ÑAQUE NÚMERO 2 YA ESTÁ AQUÍ.

Ñaque es un mecanismo de contagio de la intifada de la vida cotidiana. Por que la guerra social tiene mil frentes. Entre las formas que adopta Ñaque, una es este blog y otra un fancine, donde se publican en papel diversos materiales y textos.

El número 2 de este fancine ya está en la calle. Su distribución es muy limitada, porque lo queremos gratuito y se hace lo que se puede. Pero si buscan encontrarán. A continuación, una serie de entradas en el blog que recogen los contenidos de este número dos. Se irán subiendo poco a poco.

Ñaque.

EL VERANO LLEGA DEMASIADO RÁPIDO Y LUEGO ACELERA

Once meses trabajando y no parar de trabajar. El trabajo no termina cuando suena la sirena ni cuando llega agosto. En el consumo y en el ocio el trabajo continúa, sigues sometido a sus resultados y a un mundo transformado por él. Parques temáticos, viajes precocinados, meses de gimnasio para lucir tu alienación… cuando no paras de rozar mercancías no dejas de ser una mercancía.
El verano promete pero no consigue. Su estado de excepción no es suficiente, ni aún con 11 meses de este estado de excepción sería suficiente. El secreto mejor guardado de esta sociedad no es que el verano sea una bocanada de oxígeno en medio de una vida de trabajo, sino que la vida es mucho más que respirar.
A la hora de la felicidad no hacemos cosas tan emocionantes porque todas las cosas emocionantes que este mundo te permite se realizan desde la pasividad. Se descubre la mentira del fin de semana cuando el fin de semana es el día a día. Soledad, desgana, ansiedad y una de las máximas expresiones de nuestra miseria: la búsqueda de una justificación para demostrar y demostrarnos que nuestro tiempo ha merecido la pena. Llega Septiembre y no es fácil fingir por tan poco. Y es triste al cuadrado porque realmente disfrutamos de algunos de los momentos de oler culos de otros perros y hacer pis en los paseos que la economía nos da. Por eso, a pesar de todo, la depresión postvacacional. Esta es la medida exacta de nuestro subdesarrollo.
El capitalismo gestiona un modo de producción histórico e irreversible como si todavía fuera el modo de producción cíclico agrario. Las consecuencias son dos: la primera es una vivencia esquizofrénica del tiempo, en un tiempo seudocíclico en el que “lo vivido queda privado de decisión y sometido ya no al orden natural sino a la seudonaturaleza desarrollada en el trabajo alienado”. De esta forma la experiencia temporal queda casi suprimida y nuestra vida parece flotar en una llanura sin combate. Esto es posible gracias al apoyo en las huellas naturales del tiempo cíclico, como es el verano. La segunda consecuencia es que la producción acumulativa cualitativamente desaprovechada retorna en forma de polución. La tecnología moderna obligada a servir al crecimiento cuantitativo de la economía destroza ecosistemas, agota recursos, y como dice la EdN, se ha lanzado a la empresa de producir sistemáticamente un mundo inaprovechable.
Sin ponernos muy rebuscados, el mero hecho de transgredir los estúpidos sistemas de normas que convierten un producto social en mercancía ya hubiera supuesto una pizca de liberación en este verano. Pensamos en comandos organizados de asalto nocturno a piscinas, porque no solo la gente de Arturo Soria merece un chapuzón de medianoche. También en búsquedas del tesoro, saqueos, juegos de exploración sensitiva, vandalismo, fiestas ilegales en huertos okupas, difamación de odiosos personajes públicos, amigos invisibles de regalos robados, sexo por la tarde en la playa…

No somos del todo ingenuxs al proponer este tipo de acciones, no sólo como mero contrapeso contra las inercias alienantes de la militancia o porque contengan algo de placer real, sino por una cuestión que ha sido infravalorada en los ambientes antagonistas y que merece detenerse en ella. El espectáculo es ante todo una separación consumada y generalizada. La destrucción de las comunidades ha roto la posibilidad del diálogo real, de la lógica, del sentido histórico. En definitiva, la capacidad de reconocernos como proletarios y combatir para hacer desaparecer las clases y el Estado. Este tipo de juegos de apariencia inofensiva introducen una inflexión. Generan comunidad en medio de la inercia disgregadora de la forma mercancía. Y serán las comunidades, la recuperación de la capacidad de encuentro, el humus del que pueda rebrotar la conciencia de clase y con ella otro nuevo asalto a los cielos.
Ñaque pone el acento en esto. Sin embargo es urgente darnos cuenta que, si bien este tipo de planteamientos heterodoxos de filiación situacionista son todavía necesarios, ya están llegando tarde. Son necesarios porque las condiciones de alienación propias de los años 60 en parte siguen vigentes y también porque un buen porcentaje del espectro revolucionario continúa anclado en coordenadas absolutamente anacrónicas propias de los años 30 (antifascismo, anarcosindicalismo etc.). Pero llegan tarde porque nos encontramos en el umbral de un enorme cambio en el contexto material del mundo y por tanto en el modo de organización social que lo regirá. El cenit de producción de petróleo y el previsible colapso del sistema industrial son incompatibles con una teoría emancipatoria creada en los años dorados del welfare1 y del crecimiento ilimitado, que tenía en la tecnología la llave de la abundancia. El nuevo reto para aquellxs que lo apostamos todo en la revolución de la vida cotidiana será el reencantamiento del mundo en un escenario de decrecimiento irreversible.

Ñaque
(menudxs aventurerxs somos)



ESTANISLAO O EL QUIJOTISMO REVOLUCIONARIO

Leoncio Reig Armadillo, LR

Portero de un edificio de Argüelles, autodidacta y revolucionario, la figura de Estanislao es su tótem. Durante años se ha dedicado al estudio de su obra. Estanislaismo-igualitarismo: conjunto de doctrinas que aspiran a una transformación utópica de la sociedad. Su fundador es Estanislao, un personaje conocido por todos los universitarios de Madrid por su vestimenta, su gracia y unos curiosos panfletos delirantes tanto por la forma como por el contenido.
Gracias al inmenso conocimiento que Leoncio tiene del ideario estanislaista nos disponemos a profundizar, a través de esta entrevista, en la propuesta que Estanislao ofrece para un nuevo modelo de sociedad.

Ñaque: Gracias por haber venido.
LR: Encantado
Ñ: Sabemos que eres un buen estudioso de las teorías de Estanislao, ¿podrías darnos una visión de conjunto para no iniciados?
LR: No hay problema. El estanislaismo se basa en una idea muy sencilla: la igualdad. Una igualdad que va más allá de los planteamientos comunistas o anarquistas. En este modelo de sociedad una igualdad pura y absoluta se aplicaría a todas las esferas sociales.
Ñ: ¿Podrías concretar más?
LR: La idea es introducir el azar en la organización social para evitar privilegios personalistas. Por ejemplo en el acceso a la vivienda o la distribución de las parejas.
Ñ: ¿Y cómo se introduce el azar como organismo rector de las relaciones sociales?
LR: El modelo sería el bombo de lotería. Para determinar la vivienda se realizaría un sorteo periódico, igual que con los trabajos, con las parejas, y con el resto de relaciones sociales.
Ñ: ¿Con las parejas también un bombo? ¿Y el amor?
LR: Desde las teorías de Estanislao el amor al que has hecho referencia es un amor burgués, que fomenta el exclusivismo basado en la propiedad privada. Este es uno de los puntos más innovadores de las teorías estanislaistas y un concepto que siempre está presente en su propaganda. Por ejemplo: el concepto de nazi pareja que es una crítica al modelo vigente de gestión del amor.
Ñ: Explícanos algo más sobre las nazi parejas.
LR: Mira, tú cuando estás con una chica me la estás quitando a mi. Eso es lo que diría Estanislao y con ciertos matices lo comparto. Que tu estés con tu chica me provoca tristeza mientras vosotros disfrutáis vuestra alegría sin compartirla. Una pequeña cita: “Se convierte en un burgués el que coge y se dedica a hacer el amor por apropiarse de lo que no es suyo”. Ah, se me viene otra a la cabeza: “El solo hecho de hacer el amor hoy es el mayor crimen que se puede cometer”.
Ñ: ¿Por el hecho en sí?
LR: Por el hecho en sí y porque él considera que son minutos reaccionarios, ese tiempo lo perdemos para la lucha revolucionaria. Cuando tomemos el poder ya nos dedicaremos a hacer el amor bajo los principios del igualitarismo.
Ñ: ¿Qué otro tipo de actividades pueden ser consideradas como minutos reaccionarios?
LR: Todo aquello que no contribuya a la difusión de la propaganda igualitarista. Por ejemplo las drogas sociológicas como la televisión, el cine, el fútbol…
Ñ: La diversión también
LR: Sí claro, como dice él: “La noche es joven pero de jóvenes derrotados”. De hecho, en la nueva sociedad el alcohol, el tabaco y todo tipo de estupefacientes estarían prohibidos.
Ñ: Nos ha llamado la atención el énfasis en la difusión de la propaganda. ¿Puede explicarnos cual es la metodología de lucha de estas ideas?
LR: Estanislao básicamente se centra en la difusión de su proyecto mediante un panfleto a DIN-A 5 en universidades y diversos lugares públicos. Yo le conocí con estos panfletos; poco después al mostrar interés por sus ideas me regaló su libro “El nuevo modelo de sociedad” que es como el segundo grado de difusión y una sistematización de su sistema. De todas maneras como yo soy igualitarista y no estanislaista, creo que sería necesario además de la propaganda un trabajo de organización de masas.
Ñ: Nos ha sorprendido mucho el formato, el lenguaje, todo… de los panfletos.
LR: Pretende ser un ejercicio de la lengua universal.
Ñ: ¿?
LR: Sí bueno, según Estanislao una sociedad igualitaria tiene que contar con una lengua universal. Esta lengua sería una evolución del castellano proletario ya que Estanislao considera sus ventajas respecto al Esperanto; es una lengua viva y se pronuncia y escribe igual.
Ñ: ¿Cuáles son las características del castellano proletario?
LR: Se elimina la marca de género a través de la universalización del uso de la vocal –e, cualquier letra que no se pronuncie y se escriba igual, además de las confusiones tipo la k y la qu y esas cosas, además de eliminar todo aquello que indique posesión. Por esta razón sería eliminados los nombres propios.
Ñ: ¿?
LR: Sí, se eliminarían. La asignación de nombre también sería por bombo, un bombo para nombres comunes y otro con números. Los impares serían hombres y los pares mujeres. De hecho una de las ventajas de esto es el control poblacional; habrá listas que nos tengan informados del número exacto de habitantes de tu ciudad, de tu país y de tu planeta. En este sentido es importante decir que cuando triunfe la revolución tendremos que controlar la población y los primeros siete años de triunfo igualitarista no podrá concebirse ningún niño. A partir de entonces sólo bajo un estricto control.
Ñ: ¿Esto no conllevaría a una excesiva burocratización que podría poner en peligro la revolución?
LR: Es una pregunta muy importante. Seremos capaces de asumir este reto en la medida en que seamos capaces de organizar el partido igualitarista antiburocrático mundial. Este es uno de los puntos que me enfrenta a Estanislao.
Ñ: Antes has hecho una diferenciación entre igualitarismo y estanislaismo, ¿podrías precisarnos?
LR: El igualitarismo serían las doctrinas estanislaistas sin el carácter personalista. En cierto modo se puede entender la deriva solipsista de Estanislao por sus circunstancias vitales. No es plan hablar mucho de esto porque es algo personal pero Estanislao ha estado perennemente asediado por el Estado burgués. Le han prohibido repartir propaganda, le han tenido encerrado en un centro dejándole salir a repartir propaganda bajo el efecto de las drogas, dando así una muy mala imagen, sus problemas con telefónica, su divorcio… Yo creo que esto es un poco lo que le da un toque megalómano en sus doctrinas, por ejemplo los títulos que se autoasigna, la referencia al único hombre proletario de la tierra, y ese tipo de cosas. Las ideas están bien pero lo que hace falta es una organización de masas y no un iluminado, aunque sea un genio.
Ñ: Buenos tenemos nuestras discrepancias, pero eso es otra historia. Gracias por estos minutos Leoncio, ¿quieres añadir algo más?
LR: Claro joder, nos dejamos lo más importante a mi modo de ver. Lo que llamo el paradigma de la ciencia igualitarista.
Ñ:¿?!
LR: A ver, os explico. Estanislao ha inaugurado un nuevo paradigma gnoseológico. Una teoría de la ciencia basada en el principio de la igualdad absoluta y el equilibrio. Por ejemplo la importancia de mantener el equilibrio en la Tierra entre sólidos líquidos y gases. Según esto la explotación masiva de minerales descompensará este equilibrio, convirtiéndose la corteza terrestre en arenilla incapaz de resistir la fuerza gravitatoria de otros planetas. Esto nos haría estallar claro, lo que viene siendo una catástrofe. Pero hay más. El paradigma de la ciencia igualitarista es el fundamento de, quizá, el mayor aporte revolucionario de su proyecto: la inmortalidad.
Ñ: Venga…
LR: ¿?
Ñ: Por favor sigue.
LR: Sé que suena increíble, pero la cosa está fundamentada. Espera que busque y te leo. Voy a citar de lo largo a Estanislao: “ Los Estudiantes de todos los niveles siguen siendo analfabetos, sin capacidad para investigar junto a todos los Estudiantes del Mundo, con un profesorado estanislaista enseñaría la Nueva Tecnología de los Sentimientos Colectivos y a ser Científicos para descubrir con un Plan de Investigación Mundial la forma de vivir eternamente, los días pasan y seguimos descerebrados con la mente en blanco dejándonos matar minuto a minuto por el tiempo, olemos a cadáver”.
Ñ: Vale, no acabamos de verlo pero esto era más o menos lo que queríamos conocer. Muchas gracias Leoncio de nuevo por tu colaboración con Ñaque.
LR: A vosotros, yo me debo a la difusión de las ideas igualitaristas.

Al terminar la entrevista continuamos charlando. Y de aquella charla nos sorprendió el delirante grado de detalle y sistematicidad de las ideas de esta gente. He aquí una prueba de ello: las cabinas telefónicas serán sustituidas por locutorios colectivos en base al número de habitantes de cada barrio; los niños tendrán un año de lactancia y después serán educados en guarderías estanislaistas y además llamarán papa o mama a todas las personas adultas; la bandera de la Igualdad Estanilaista contendrá el símbolo matemático de igual (=); los zapatos de tacón estarán prohibidos y serán los proletarios las personas que tengan preferencia en disfrutar sexualmente de las mujeres bonitas porque su belleza ha sido históricamente posible por la explotación feudal-capitalista; para evitar los atascos por camiones se impondrán comedores colectivos que también nos ahorrarán tiempo de bajar a la compra; el ciclo de las estaciones (primavera, verano, otoño invierno) podrá ser controlado a voluntad (ahí es nada); la hora de la comunicación afectiva entre niños será entre las 6 y las 6 y media de la mañana; todos aprenderemos a controlar las armas de los tres ejércitos (aire, mar, tierra); uno de los métodos para alcanzar la inmortalidad será la medicina naturista; las ciudades serán rotativas y de 10000 habitantes; se fundará una religión universal igualitarista de la fusión de todas las religiones de la tierra; se sustituirán las bombillas fluorescentes por bombillas normales que den luz solar…. Podríamos seguir durante páginas.

Desde Ñaque nos gustaría dejar claro que dar voz a las ideas igualitarias de Estanislao no supone para nosotros un testimonio burlesco de frikismo político. Por supuesto, tampoco las compartimos. De hecho, consideramos la gran mayoría de ellas una utopía de pesadillas. Sin embargo hay algo de este hombre que nos encanta: el pleno empleo de su tiempo en una causa tan inútil y delirante, tan absolutamente descabellada. Frente al modelo de ser humano incapaz de amar nada lo suficiente, Estanislao representa lo contrario. Un hombre que ha solicitado un crédito no para comprarse un coche o irse de viaje, sino para comprar una fotocopiadora y poder repartir con mayor continuidad su propaganda, la propaganda de un proyecto que lleva defendiendo tenazmente desde hace más de 25 años. Aunque deseamos de corazón que sus ideas no se lleven jamás a cabo, la existencia de personas capaces de soñar así nos llena de esperanza.

Ñaque.

ISMOS RECALIENTES (VERSIÓN LARGA)

Aquí la versión extendida de un texto que aparece en el número 2 de Ñaque pero reducido por falta de espacio.
1

Dicen los surrealistas españoles que el surrealismo no es un ismo, sino un istmo en la corriente del mito. Ya en el primer número de su revista, los situacionistas definían el situacionismo como un vocablo carente de sentido y concebido por antisituacionistas. Las reflexiones anárquicas del libro Afilando nuestras vidas declaran a la anarquía “superadora de sí misma como ideología”. La lista de ejemplos podría prolongarse hasta el infinito, pues no existe proyecto revolucionario coherente que no aspire a evitar caer dentro de una doctrina de preinterpretación de los hechos existentes, que no pretenda distanciarse del coagulado y coagulante pensamiento ideológico, que no contemple como base de su programa bailar con la realidad sin pisarle los pies. La intencionalidad antidegenerativa en la teoría crítica es un prerrequisito1. Sus logros en el panorama subversivo actual, modestos. Primera idea: en una época de reflujo revolucionario objetivo, en la que sobrevivimos en el triunfo consolidado de lo parcelario y las fuerzas históricas que impugnaban la totalidad han sido desarticuladas2, no puede ser de otra manera. Empezando, por supuesto, por nosotros mismos (que en alguna parte nos hemos reconocido como prositus3 provincianos y gente normal sin nada mejor que hacer). Explicamos con más detalle.
Cuando aquí se habla de ideología se habla de una acepción de ideología que la entiende como pensamiento ligado al prejuicio, distorsionado, distorsionante, no en su significado light de pensamiento colectivo, de constelación de ideas, que sigue siendo de empleo mayoritario. La ideología es un espejismo que tiene algo de realidad, pero deformada: procesos esencializados, reduccionismos, simplificaciones de la complejidad y complejización superflua, acciones sustantivizadas, categorías hipostasiadas, afirmaciones no dramatizadas (sin exponerlas, al abrigo de la historia, sin poner en juego sus contradicciones)4. Y repetimos: aunque la ideología materializada del espectáculo supone el fin de la historia de las Ideologías, nuestro tiempo, en tanto que es un tiempo sin historia porque apenas existe un movimiento revolucionario que lo conteste, es un tiempo especialmente fértil para la ideologización exponencial de los residuos antagonistas que quedamos. Sin movimiento revolucionario, los revolucionarios tendemos irreversiblemente al gueto ideológico, a independizarnos de la realidad, a no saber esperar, a convertirnos en voluntad abstracta de acción inmediata que reconstruye el delirio cuando pretende combatirlo. ¿Y no son los revolucionarios el movimiento revolucionario? No. Los son si su actividad coincide con una fuerza social de escala histórica y tendencia revolucionaria. La idea de revolución como asalto a la historia consciente es fácilmente malentendida con un voluntarismo autosuficiente. Pero las lógicas de la historia son basicamente independientes de la voluntad de las personas que la ejecutan. Un ejemplo burdo: el proyecto de una historia humana consciente ha sido posible como utopía, como tendencia latente, como posibilidad peleada con expectativas de éxito bajo el capitalismo y no antes. El presente está abierto, pero su potencialidad de futuros es condicional. Munster era una tumba. Los anabaptistas, por más que pusieran empeño y coraje, tenían las puertas del cielo cerradas. Hemos enfatizado básicamente. Porque frente a los determinismos de cualquier signo, nos resulta irrebatible que la organización intencional de la intencionalidad revolucionaria posible en cada época y cada contexto es el punto arquimédico de la transformación de la realidad. La relación voluntad-historia real es muy desigual, asimétrica, pero nunca totalmente unidireccional. Es decir, siempre hay un paso que dar. Se trata de ser conscientes del alcance de la zancada. Diagnosticar nuestras capacidades.
Nuestro diagnóstico entonces, que es un orgasmo de obviedad: de momento, bajo el espectáculo integrado, bajo la pax de consumo democrática, no hay movimiento revolucionario, bien sea porque la organización intencional de la fuerza histórica revolucionaria que asaltaba el mundo hasta hace poco fue fallida (o vencida) o porque la fuerza histórica revolucionaria no daba más de si. No sabemos si vino antes el huevo o la gallina. Sabemos que eso nos explica algunas cosas. Por un lado las miserias de nuestra rebeldía. Una de las más llamativas, como ya mencionamos, la eclosión primaveral de ideologías (nuevas o desempolvadas) en los ambientes revolucionarios: insurreccionalismo, autonomismo, anarcoindependentismo, situacionismo, postanarquismo, postmarximo, consejismo, especismo, primitivismo, antiindustrialismo, antifascismo redescubierto, anarquismo individualista, hakimbeyismo, ciberactivismo,… efímeras promesas de renovación de las que espera romper un callejón sin salida con la urgencia del perseguido. Un par de años en boca de todos y al almacén para futuros revivals. Separación generalizada impuesta por el mundo de la mercancía, infracomunicación. Las propuestas de los diversos grupos se desarrollan paralelas a un proceso de conocimiento histórico-teórico saboteado y en un dialogo impedido sistemáticamente porque el espectáculo nos tiene desparramados como cerámica rota, porque la historia sopla en contra. Muchas posiciones revolucionarias no pueden ser otra cosa que posiciones contingentes, que se asumen y defienden con la pasión y la ceguera de los descubrimientos recientes, y que se valoran desde la ansiedad. No es de extrañar que en el edificio revolucionario en ruinas todos desprecien a todos porque el vecino es un reflejo de la propia impotencia. El debate entre sindicalismo revolucionario versus autoorganización obrera en un contexto histórico de flagrante descomposición de clase es un ejemplo de los bizantinismos a los que estos malos tiempos nos reducen. Los hay mucho peores. Y de nuevo, no somos inmunes.
¿Hacia donde dar el paso? Si el alfa y omega de la dominación actual es la separación, la liberación comenzará desde la reconquista de nuestra capacidad de encuentro. Cada paso en esta línea multiplica las posibilidades de intervenir en la guerra social (que nunca nos cansaremos de decir: tiene mil frentes, no sólo los tres o cuatro frentes al uso, y todos son combinatorios). Y este principio sirve tanto a nivel personal como entre los propios grupos que se consideren revolucionarios. Una actividad de autoformación constante unida a intentos de reestablecer una comunicación cualitativa entre nuestras diversas parcelas ideológicas para salir del confinamiento. Esto es abstracto e igual de estéril si se queda así. Contribuimos modestamente. Ahí va una batería de preguntas, muchas formuladas desde el sentido común y la experiencia revolucionaria más cotidiana, algunas con un origen más teórico, y de las que por supuesto no tenemos la respuesta (en algunas la sospechamos, en otras nos sentimos absolutamente desorientados). Para intentar suprimir la distancia organizada. Entre cada uno de nosotros y entre nuestras ideas y nuestras posibilidades de incisión.

Ñaque.

2
Nota previa: Hemos simplificado mucho las categorías con las que designamos a los interlocutores de cada una de las siguientes tandas de preguntas. Es evidente que la mayoría de la gente no se adscribirá a estas categorías que muchas veces juegan el papel de etiquetas o encasillamientos. Pero creemos que sirven para entendernos, que para eso están las palabras.

A los que se adscriben como revolucionarios:

¿Qué queréis revolucionar? ¿La sociedad, el mundo, la vida humana, vuestra vida cotidiana concreta?
Si habéis contestado la sociedad o el mundo o la vida humana en abstracto... ¿tiene algún sentido si eso no transforma vuestra vida cotidiana concreta ya desde el proceso mismo de la lucha?
Si habéis contestado vuestra vida cotidiana concreta, ¿eso es meramente imaginable sin una transformación de base más general?
Si habéis contestado ambas, ¿como relacionáis una y la otra?
¿Distinguís distintas escalas de operaciones revolucionarias? En caso afirmativo, ¿como las combináis?
¿Por qué peleáis? ¿Por necesidad, por vivir una vida plena, por la justicia o la libertad? ¿Por alguna otra idea, sentimiento o motivo?
¿Consideráis que vuestra revolución traerá el fin de todos los conflictos y contradicciones o el fin de un tipo de conflictos y contradicciones?
¿Cómo imagináis vuestra revolución? ¿Cómo una gran tarde que pondrá el mundo patas arriba? ¿Cómo un proceso más o menos largo? ¿Cómo un pulso interminable?
¿Consideráis que existe algún tipo de garantía que asegure lo inevitable de un proceso revolucionario tarde o temprano?
¿Por qué vosotros sois revolucionarios y otros no? ¿Predestinación, conciencia, circunstancias vitales? ¿Cómo os manejáis y que esperáis de todos aquellos que no son revolucionarios (vuestros padres o hermanos o parejas o amigos o compañeros de curro)?
¿Cómo querríais vivir en el caso de que venciera la revolución? ¿Habéis pensado en esto de modo concreto? ¿Habéis imaginado alguna vez lo abismalmente distinta que sería una sociedad sin Estado y sin clases? ¿Qué valor le dais a la utopía y al ensueño revolucionario?
¿Habéis considerado técnicas o principios por los cuales vuestra revolución no caiga en el síndrome de Saturno por el cual suele devorar a sus propios hijos?
Una pregunta de todos y partes: si la revolución se da desde una parte (un lugar, un sector social) ¿no se desvirtuará necesariamente al tener que enfrentarse a las otras partes que la niegan (necesidad de impedir una invasión ,la guerra civil etc.) ¿Es concebible una revolución que pueda darse al nivel de la totalidad de un solo golpe?
¿Consideráis que la revolución es posible? En caso negativo o de duda, ¿Como afecta esto a vuestra actividad revolucionaria?
Si la revolución es contra alguien ¿porque empelamos tan poco esfuerzo en estudiar al enemigo? ¿Quién es el enemigo?
Si consideráis que la revolución es un conflicto (guerra social, lucha de clases etc.), ¿tenéis alguna idea de estrategia?
¿Estáis dispuestos a asumir el grado creciente de peligro represivo que tiene la actividad revolucionaria? ¿En algunos contextos estarías más dispuestos que en otros?
¿Qué diferencia a los revolucionarios de cualquier otra persona de este mundo?

A los que escriben textos revolucionarios:

¿Vuestro próximo texto aportará algo nuevo a un panorama saturado de textos?
¿La abundancia de textos no hace complicado hacerlos entrar en discusión?
¿Lo que ha sido dicho bien no es mejor reproducirlo tal cual que hacer una versión personal?
¿Realizáis una distinción entre los objetivos de cada texto y adaptáis los registros a esos objetivos?
Las pruebas de talento retórico, ¿cuándo enriquecen y cuándo entorpecen un texto?
¿Por qué mantenemos categorías propias de un fetichismo intelectual que aspiramos a abolir?
¿Corre vuestro próximo texto algún peligro de servir de maniobra de “estatus o promoción revolucionaria” aunque sea inconsciente? ¿Es vuestro próximo texto parte del metabolismo social de vuestro grupo? (o en otras palabras… ¿A veces no se usa el texto como señal-prueba de vida de un grupo más que como aporte a un debate?)
¿Señaláis los puntos débiles de vuestra propia propuesta para facilitar la crítica?
¿Tiene sentido un texto revolucionario sin capacidad de contagio, sin accesibilidad, sin seducción?
¿Tenéis experiencia en el uso de otros lenguajes para la reflexión y la comunicación revolucionaria? (comics, videos, música…) ¿Estos otros lenguajes facilitan o banalizan la actividad revolucionaria?
¿Somos concientes de que toda aportación teórica que podamos hacer es por definición insuficiente?
¿Tenemos algo mejor que hacer que escribir sobre estas cosas?

A los que tienen editoriales revolucionarias y publican libros, fancines, textos diversos:

¿Por que no están TODOS vuestros textos disponibles gratuitamente en Internet?

A los que se consideran anticapitalistas:

¿Tenéis una noción clara de lo que es el capitalismo y sus mecanismos de funcionamiento? (tanto a nivel de conceptos -capital fijo, capital variable, plusvalía, mercancía, dinero, trabajo socialmente necesario etc.- como de instituciones y prácticas –la bolsa, mercado de futuros, fondos de inversión etc.-)
¿Consideráis el capitalismo un sistema dirigido, una lógica con un funcionamiento fuera de control o un poco de ambas?
¿Dónde identificáis el conflicto con el Capital? ¿En la explotación mediante el trabajo asalariado, en la irracionalidad de su naturaleza autónoma y autocrática, en la alienación provocada por le fetichismo de la mercancía, en la injusticia de la división en clases sociales, en el desencantamiento del mundo que produce, en todo lo anterior y mucho más?
¿Tenéis una noción más o menos elaborada o más o menos lúcida de una alternativa al capitalismo, más allá de algunos principios generales y abstractos (comunismo, autogestión, abundancia generalizada, fin de la economía, economía de las verdaderas necesidades)? ¿Qué grado de conocimiento histórico y técnico se posee de los ensayos anticapitalistas realmente existentes, tanto a nivel general (colectividades en España etc.) como parciales (empresas autogestionadas, cooperativas?)
¿Hemos comprendido las dinámicas históricas por las que proyectos que se presentaban como anticapitalistas (la economía planificada socialista por ejemplo) terminaron perpetuando la sociedad de clases y la explotación? ¿Este tipo de fenómenos pueden entenderse en términos morales simplistas (traición, maldad, personalismos) o responden a lógicas más complejas que debemos de comprender y abordar para estar prevenidos?
¿Puede todavía seguir pensándose en la neutralidad de la máquina?

A los anarquistas:

¿No es quizás el anarquismo una posición política excesivamente ideológica de una Idea que se enuncia desde una cuarta dimensión y desciende al mundo real a juzgarlo y combatirlo?
De contestar más o menos afirmativamente la pregunta anterior, ¿creéis que eso tiene algún sentido?
¿Somos conscientes de que el anarquismo es básicamente una cosmovisión ética, o el intento de subsumir la política y la vida social humana en una ética, que además es la ética kantiana, con todos los problemas que esta ética trae consigo?
¿No resulta un problema evidente de una cosmovisión ética una clasificación del mundo en términos de pureza que resulta bastante inoperante? (ejemplo tonto: no voto no porque el voto sea un instrumento ineficaz sino porque votar es un acto de traición que me contamina)
¿Cómo se concibe el poder? ¿Cómo una relación social, como un espacio social (el Poder en mayúsculas, los poderosos) Si se concibe el poder como una relación social, ¿seria una relación social a abolir o a manejar desde otras coordenadas (ejemplo: no cristalizarlo en jerarquías)? ¿Es meramente imaginable la abolición del poder?
¿Tenéis en consideración que la horizontalidad requiere una serie de condiciones para resultar válida? (conciencia de colectivo, igualdad real entre los miembros del colectivo etc.) ¿En un mundo jerárquico las condiciones de horizontalidad se pueden producir espontáneamente (supuesto: emanando de nuestra naturaleza antijeraáquica) o hay que construirlas? En el segundo caso, ¿qué métodos empelas para construirlas?
En las situaciones de conflicto, en el que las decisiones rápidas resultan necesarias para su resolución exitosa, ¿no resulta la horizontalidad un obstáculo?

A los anarcosindicalistas:

¿No consideráis que, por suerte, nuestras vidas no pueden reducirse al ámbito de la producción?
¿Cuáles son las formas de lucha que concebís para una alienación que se extiende mucho más allá de la frontera laboral?
Al operar en una época sin conciencia ni articulación de clase, ¿no se encuentra la CNT atrapada entre dos aguas y condenada a la esterilidad? (ni puede entregarse a los mecanismos más o menos eficaces del sindicalismo vertical por coherencia revolucionaria ni puede abrazar sin problemas lo que queda de práctica revolucionaria por cuestiones de existencia legal como sindicato)
¿No es vuestra posición hacia el 36 excesivamente edénica, como si su mera existencia fuera un hecho que justificase todo lo demás? ¿No sería más interesante acercarse a su fracaso? (la señal de insurrección lanzada por el pronunciamiento militar, el contexto de vacío de poder, la pérdida de las conquistas parciales, la derrota final)

A los insurreccionalistas:

¿No le falta un poco de vida y un poco de alegría a vuestro placer armado?
¿No notáis que vuestras propuestas son excesivamente resentidas, reactivas, como si estuvierais siempre a remolque del enemigo?
El debate crecimiento cualitativo-cuantitativo, ¿no resulta un falso debate provocado por la miseria de una época de conflictividad apagada?
¿Por qué cada quiebra de la paz social termina canalizándose hacia nuevas formas de orden? ¿Es inevitable esta dialéctica? En otras palabras ¿es posible concebir la insurrección permanente?
Si cada episodio insurreccional no es tomado como una fiesta en sí misma ¿qué es entonces?
¿No cae vuestra propuesta en la mixtificación de ciertos instrumentos de lucha evidentemente útiles en algunos contextos pero que no son ni más ni menos que instrumentos? En otras palabras, ¿no ha caído la práctica insurreccional en una idolatría del gesto violento-rupturista?
¿Cuáles son los límites que habéis percibido a la práctica espontaneista y a la organización informal?
¿Tiene sentido posicionarse como insurreccionalista y concebir todavía la revolución social como una gran transformación de las condiciones existentes? Si se contesta afirmativamente, ¿os apoyáis en nociones de teoría del caos o similares?

A los situacionistas de corte superación del arte:

Ahora que resulta evidente la herencia de un situacionismo e incluso podríamos decir que su programa se ha realizado de forma invertida y tenebrosa (ocio mercantil, diversión en el trabajo, la aventura y las situaciones vividas pasivamente en los videojuegos), ¿no resulta una lectura situacionista que ponga el acento en la superación del arte bastante peligrosa?
En tanto que muchos viejos situacionistas han terminado entregándose al establisment artístico, ¿no podríamos decir de la I.S que finalmente se replegó sobre un programa insuficiente como ellos denunciaron de otros grupos anteriores?
¿No bebe todo el programa de la I.S, de principio a fin, de un optimismo técnico que daba la supervivencia por asegurada y que sería necesario revisar?
¿No peca el planteamiento de la I.S de una lectura demasiado espectacular o histórica del arte que le hace incapaz de comprender los fenómenos de creatividad de masas del último medio siglo? (música popular –rock,punk, rap-, graffiti, etc.)
Con la belleza de situación como algo vivido, ¿queda solucionado el problema de la expresión o este se presenta recurrente?
La psicogeografía, la deriva, los cómics desviados pueden ser juegos y herramientas valiosas, pero fueron sus juegos y sus herramientas. ¿Qué otros juegos y herramientas para la revolución de la vida cotidiana habéis experimentado acorde a nuestra época?

A los situacionistas de corte teoría del espectáculo/ consejos obreros:

¿Qué falló en la concepción del proletariado como sujeto ontológicamente resistente a la reificación?
¿No manejáis en ocasiones un concepto espectacular del espectáculo que le fetichiza, y lo impide entender como un proceso en renovación constante, disputable, no clausurado?
¿No bebe todo el programa de la I.S, de principio a fin, de un optimismo técnico que daba la supervivencia por asegurada y que sería necesario revisar?
¿Las tesis de Debord sobre la unidad y división en la apariencia no resultan un poco inoperantes al ser los conflictos espectaculares tan sangrientos y tan inequívocamente reales?
¿Entendéis el espectáculo como una conspiración o una miseria?
En un mundo de comunidad casi suprimida ¿qué papel tienen las pseudocomunidades espectaculares? ¿Sólo un papel degenerado o pueden tener alguna potencialidad distinta? ¿La subversión no cumple en muchos aspectos el papel de pseudocomunidad construida alrededor de la ideología?
¿Por qué el fracaso de la abundancia mercantil no es tan flagrante como se supone que debería ser?
¿Los gestos de rechazo al capitalismo hiperdesarrollado que celebráis son gestos de rechazo provenientes de la exclusión de la sociedad de consumo o provenientes de la insatisfacción que suscita?
¿Los consejos obreros tal y como son manejados por los situacionistas no parecen más una fórmula abstracta y teleológica que una apuesta práctica experimentable?
¿Cuál es el aporte revolucionario de la I.S que os resulta más operativo?

A los surrealistas:

En tanto que rechazáis el campo artístico y os definís como parte del movimiento revolucionario pero el movimiento revolucionario ha tendido y tiende (por prejuicios históricos, ignorancia o incomprensión) a miraros con sospecha, desconfianza o incredulidad, ¿cómo solventáis esta extraña situación?
¿No ha tendido el surrealismo a delimitarse en torno a algunos descubrimientos sin duda valiosos que han terminando estableciendo una especie de canon (el subconsciente, el azar, los sueños) pero que no agotan ni de lejos la revuelta que vuestro programa se propone? ¿Qué otros instrumentos habéis experimentado para cambiar el mundo y transformar la vida?
¿No consideráis que el “espíritu surrealista” ha tomado otras prácticas, otros nombres, otras formas y que sería interesante encaminarse hacia la confusión la mezcla y la desintegración de la tradición surrealista en algo todavía por construir?

A los enemigos del mundo industrial:
¿Sabéis hacer pan en un horno de leña? ¿Sabéis curaros un brazo roto? ¿Os gusta el arroz, las bellotas o algo que pudieras cultivar por vosotros mismos? ¿Estáis dispuestos a comer sólo arroz o bellotas?
¿No consideráis que resulte imposible hacer una crítica de la tecnología sin desentrañar las dinámicas mercantiles que obligan a un uso distorsionado de la tecnología?
¿El desmontaje del mundo industrial es meramente concebible cuando los niveles demográficos del planeta hacen a la sociedad humana dependiente al extremo de la agricultura industrial? ¿Es siquiera planteable una transición?
¿Qué hacer ante las transformaciones irreversibles que la civilización tecnoindustrial ha traído consigo?
¿La revolución industrial ha sido un acontecimiento que ha venido del cielo o que tiene sus orígenes en procesos históricos de complejización social ya en época preindustrial? En otras palabras ¿no se lanza desde el antindustrialismo una mirada estática a la época preindustrial como si esta no estuviera atravesada por potentes procesos de cambio?
¿Unas coordenadas valorativas que canten al esfuerzo y al sacrificio en contra del placer no resultan intrínsecamente alienantes y deshumanizadoras?

A los anarquistas individualistas:

Ese individuo absolutamente independiente de la sociedad del que habláis, ¿qué es?
¿No es la misma idea de individuo social e históricamente construida, hija de una época?

A los prositus provincianos amalgama de todo lo que suene a placer y juego (ejemplo nosotros mismos):

Las acciones que hacéis tan extrañas y tontas ¿sirven para algo? ¿No estáis desgastando energías inútilmente?
¿No estáis huyendo de las responsabilidades y de la gravedad del verdadero conflicto en una lucha fácil y sin demasiados riesgos?
Conceptos como el de terrorismo poético o acciones muy llamativas ¿no corren el peligro de querer entrar a jugar al juego espectacular de los media?
Por el contrario, cuando este tipo de acciones no se reivindican y se mantienen en secreto ¿A dónde van?
¿Cuál es la manera de combinar estas cosas con el conflicto revolucionario normal?
¿A dónde pretendéis llegar?

A los autónomos:

Cuando os definís como autónomos, ¿a que os referís? ¿A la Autonomía Obrera italiana? ¿A una manera de sintetizar algunas cosas del marxismo y algunas cosas del anarquismo?
Para aquellos que se posicionen en la línea de la autonomía de los 70 ¿no creéis que el proyecto de la autonomía tenía sus posibilidades en una época con una clase proletaria todavía no descompuesta y en un contexto productivo (el fordismo) que hacía del sabotaje algo bastante fructífero para los obreros autoorganizados en pequeños grupos?

A los french teory fans (Deleuze, Derrida, Foucault) y los multutúdicos (por llamarlos de alguna manera):

¿Entendéis las palabras que empleáis?
¿Qué avances pueden identificarse a las “inmensas potencialidades comunistas de la multitud”? ¿Los foros sociales?¿El May Day? ¿Rompamos el silencio? ¿Los movimientos sociales ciudadanistas contra la guerra?

A quienes consideran que se encuentran ante una realidad falsificada:

Bajo el dominio del espectáculo y la mentira ¿cómo podemos saber alguna cosa?
La falsificación de la realidad nubla la percepción de los esclavos o también estropea el dominio de los amos?
¿Cómo podemos arrebatar a los especialistas el acceso al conocimiento y los datos que necesitamos para nuestra emancipación?
¿Qué grado de verosimilitud le damos a nuestros medios de contrainformación?

A quienes llaman a las armas contra el Capital y el Estado o fantasean con ello:

¿No es social y no militar la fuerza de la revolución?
¿No es nuestra lucha siempre derrotada en el terreno militar?
¿A que se puede aspirar solo por las armas más que a un putch?
¿Habéis sacado conclusiones de las derrotas de las experiencias armadas recientes en Europa? ¿Y del uso que el Estado hace de las vanguardias armadas y del terrorismo? ¿Y del empantanamiento podrido de la mayoría de las experiencias de guerrilla?

A los que desprecian la religión:

¿Es inteligente despreciar la fuerza social de la religión como si de un anacronismo se tratase cuando su capacidad movilizadota a nivel social es muy potente? (por ejemplo el Islam, pero no sólo el Islam)
¿Se mantiene la misma animadversión hacia el catolicismo que hacia el resto de confesiones religiosas o seducidos por algún exotismo relativista se mira con otros ojos las costumbres y los usos de otras culturas?

A los que piensan que sin conciencia no hay política revolucionaria:

Cuando se denuncia los gestos de rechazo como inconscientes, ¿desde que conciencia y desde que coherencia se dice esto?
Si consideráis que el valor de un acto está en el grado de conciencia que se tenga de él, es decir, que toda las transformaciones que podamos realizar correrán detrás del grado de evangelización de nuestras ideas ¿ podemos aspirar a algo más que a una mala Iglesia?
¿Las ideas mueven el mundo o el movimiento del mundo mueve las ideas?

A los que quieren una revolución sin comité directivo:

¿Cómo se puede escapar de la contradicción de que el proletariado autoorganizado tenga que exigirse a si mismo lo que la burguesía exigió a sus élites?
¿Qué métodos e instrumentos planteáis para que la inteligencia sea vivida dialécticamente por las masas?

A todos los que realizan teoría critica:

¿Qué diferencia existe entre ideología y teoría crítica?
¿Qué mecanismos o trucos empleáis para evitar la degeneración ideológica de vuestra teoría crítica?

A los primitivistas:

Si la alienación está en el pensamiento simbólico ¿Cómo llegáis si quiera a concebir la alienación? ¿No os sentís culpables al hablar?
La resalvajización, ¿es una metáfora o un proyecto social?
En el caso de que se considere un proyecto social, ¿habéis pensado bien esta respuesta?

A los antifascistas:

¿Qué concepción tenéis de fascismo?
¿Sois conscientes de que la lucha contra el fascismo de hoy no es la lucha contra el fascismo de los años 30?
¿La lucha antifascista no se expone demasiado en pos de unas metas que no merecen tanto la pena?
Más allá de la autodefensa contra pequeños grupos no muy significativos aunque todavía peligrosos, ¿qué sentido tiene la lucha antifascista? ¿No es necesario ir mucho más lejos en la identificación de los enemigos y el establecimiento de los objetivos?

A los marxistas-leninistas de diverso pelaje:

¿El siglo XX no ha sido suficiente?

A las feministas:

¿No supone el esfuerzo en evitar conductas y roles de género una nueva alienación que impide tener una relación juguetona y espontánea, por ejemplo, con el propio cuerpo?
¿No resulta la lucha feminista, en tanto que lucha parcial y como todas las demás luchas parciales, poca cosa si no se inscribe dentro de un programa que pretende emancipar la totalidad de la experiencia humana?

A las personas presas y las personas que apoyan a presos:

El apoyo a presos y la comunicación con ellos… ¿logra escapar del ámbito de la ideología y su reproducción?
¿No resulta especialmente miserable el uso de los presos (o los muertos) como revulsivo ideológico?
Las personas presas ¿qué diríais al movimiento revolucionario sobre vuestra condición, necesidades, deseos, expectativas y valoraciones?

A los que no quieres trabajar jamás:

¿No son todas las alternativas al trabajo que imaginemos siempre trabajo? (delincuencia, okupación, reciclaje, subsidios estatales)
Una vez que se tiene que trabajar ¿qué mecanismos empleas para sabotearlo o desalinearte en la medida de lo posible?
¿Prácticas un uso infiltrado del trabajo? (búsqueda de sectores laborales de los que puedas desviar elementos o aportes a la lucha revolucionaria)

A los que abrazan causas que les quedan un poco lejos (zapatistas, saharauis, palestinos, kurdos,…):

¿Porque esa causa y no otra?
¿Cómo afecta en tu vida la defensa de esa causa?
¿Realmente tienes los problemas de tu vida solucionados como para solucionar los de los demás? ¿Eres feliz y estás satisfecho con tu vida cotidiana?
La necesidad de la injerencia externa, ¿no debilita de base la lucha que tus apadrinados están llevando a cabo?
Más allá de cuestiones puntuales o peticiones de ayuda concreta, ¿no tiene el abrazar causas ajenas un toque bastante parecido a la caridad?

Reflexiones sobre tácticas y técnicas y métodos y principios de acción:

¿Qué límites y posibilidades existen de un uso infiltrado y un desvío revolucionario de mecanismos del poder? (instituciones, becas, subsidios, trabajos etc.)
¿Cuál es la dialéctica entre el filo mistificante del mito y el filo contagioso y movilizador del mito? (el mito del barrio obrero, el mito de la violencia revolucionaria, el mito del bandolerismo social etc. etc.)
¿En manos de quien dejamos las primeras líneas de la politización revolucionaria? ¿En manos de aquellos que tienden sabotearla de raíz como El Jueves o Ska-P?
¿Qué grado de eficacia puede tener la propaganda tradicional (pintadas, panfletos, carteles, pegatinas) en medio del estruendo del espectáculo?
¿Cuáles han sido las vías de difusión y reproducción real del proyecto revolucionario en los últimos 20 años?
¿Se realiza un empleo sopesado y actualizado de los instrumentos de acción revolucionaria (manifestaciones, concentraciones, sabotajes, vandalismo, disturbios, campañas, charlas) o se recurre a ellos por inercia? ¿Existe otra manera de hacer las cosas?

A todos:

Cuando habláis, ¿a quién habláis? ¿Por quién habláis? ¿Tiene sentido hablar por alguien?
¿Contextualizáis espacial y temporalmente cada una de las reflexiones y las acciones en las que os embarcáis?
En ciertos contextos, ¿la visibilidad no resulta más contraproducente que la invisibilidad?
¿Somos capaces de elaborar estrategias de acción y planes a largo plazo?
¿Por qué podemos revelarnos?
¿Cuáles son los sentimientos conductores de vuestra práctica?
¿Tenéis una idea del alcance de vuestras acciones?
¿No subyace bajo muchas concepciones revolucionarias una ontología monista que a) facilita todo tipo de reduccionismos que impiden comprender la complejidad de las situaciones y b) nos hace enfrentarnos a lo que no nos cuadra con nuestro sistema como a un “error de la realidad”?
¿Cómo pensáis actualizar vuestro aparato teórico y vuestras prácticas ante los cambios que vienen en la organización material de la sociedad? (crisis del modelo civilizatorio industrial)
¿Cuales son las pequeñas victorias sobre la alienación que habéis conseguido en vuestra vida? ¿Cuáles las transformaciones vitales que esta lucha os ha supuesto?
¿Sabéis que la lucha revolucionaria es ante todo una forma de vida? ¿Aprovecháis toda la potencialidad de la naturaleza vital de esta lucha?

A los que no se consideran revolucionarios (ciudadanistas, demócratas) y están leyendo esto:

¿Estáis satisfechos con vuestra vida cotidiana? Si has contestado afirmativamente, ¿podrías explicarlo? (Nosotros no lo entendemos)
¿Crees que hablando se entiende la gente?
¿No os dais cuenta que el capitalismo no puede ser de otra manera?
¿No percibís en el modo de funcionar de este mundo contradicciones y tensiones que lo definen y que el poder no está ni estará jamás dispuesto a negociar, solo a imponer?
Yendo un poco más lejos, ¿no percibís que incluso el dialogo es una relación de fuerzas, y que el mundo es una relación de fuerzas, y que no querer verlo es tan poco inteligente como cruzar una autopista y creer que los coches que pasan no existen?
¿Habéis tomado conciencia que todos los movimientos pacifistas y ciudadanistas que podáis imaginar conducen necesariamente y como mucho al gobierno de la socialdemocracia y no a otra cosa?
¿Habéis tomado conciencia de que el gobierno de la socialdemocracia es lo que habéis visto ya muchas veces y no puede ser otra cosa?
A pesar de todos los problemas por resolver que los revolucionarios tengamos pendientes (y si habéis leído hasta aquí veréis que no son pocos), ¿no os dais cuenta que los que hemos comprendido la realidad y la vida somos nosotros?

1 Porque la teoría crítica no es nada sin su aplicación práctica, sin su puesta a prueba en una realidad de conflicto, en la que está en juego todo (lo más querido como decía Sun Tzu, el dominio de la vida y de la muerte) y en la que la derrota es una amenaza real. Al nacer de la práctica y para la práctica la teoría revolucionaria sabe lo caro de sus errores y de la responsabilidad de sus afirmaciones. Por eso sospecha de sí y se exige.
2 Por lo menos localmente. Nos referimos (tachán, tachán) al proletariado, que en el centro mundial del espectáculo y como analizaba Debord, sin perder su ser ha perdido la afirmación de su perspectiva autónoma y de sus ilusiones. Los tenaces y cada vez más numerosos ataques proletarios en las periferias reducen la verosimilitud de este análisis al centro del espectáculo y con reservas (bienvenida sea la chusma arrabalera, histriónica pero cargada con todas las esperanzas del siglo; bienaventurada esa bonita forma de romper el hielo de una sociedad congelada que ha sido el precedente Banlieu).
3 Asumiendo toda la profunda miseria que corresponde a este término, forjado en la enésima operación alquímica de la ortodoxia situacionista, que sin duda nos despreciaría y nos escupiría a la cara. Pero sin autocrítica preventiva, sin una cierta humildad sobre nuestras propias posiciones, no pueda irse mucho más lejos de un inmovilismo puramente negativo y en cierta medida autocomplaciente, independientemente de la producción textual del que se sea capaz (¿movimiento revolucionario o movimiento editorial? Debord fichando por Gallimard. ¡Ay de los vencidos!)
4 No sería mala idea investigar los mecanismos concretos de la ideologización, que son muy parecidos a pesar del cambio de contenidos entre las distintas ideologías. La enumeración que precede a esta nota es un apunte rápido que podría servir para empezar por alguna parte esta tarea.